¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

martes, 22 de octubre de 2013

¿Buenas novelas?

Os hablé hace unos días brevemente de una novela leída este verano y comentaba que me  parecía digna de una reseña particular. Se trataba de La buena novela de Laurence Cossé. Finalmente no voy a hacer una reseña al uso, porque en este caso más que su historia (entretenida y curiosa) y su desarrollo (correcto pero sin entusiasmo), lo que me resulta más interesante de ella es que te fuerza a tomar una posición, a preguntarte qué es para ti una buena novela y si serías partidario de una librería que proclamara que en ella sólo se venden "buenas novelas". Y eso es lo que quiero plantearos.

Os dejo la sinopsis para que sepáis de qué va la cosa y un par de enlaces a las reseñas de Marilú y albanta, que os pueden ayudar a decidir sobre la novela en cuestión.

La fundación de una librería parisina «única», llamada «La Buena Novela», desata pasiones, celos y hasta intentos de asesinato. Ivan «Van» Georg, antiguo vendedor de cómics, y la estilosa y seductora Francesca Aldo-Valbelli se juntan para llevar a cabo el sueño de sus vidas: montar una librería que solo venda obras maestras, seleccionadas por un comité secreto de ocho respetables escritores que se esconden bajo seudónimo. Cuando la librería abre, inmediatamente empieza a cosechar un éxito arrollador. ¿Quiénes son esos elitistas y cómo osan decirles a los lectores lo que han de leer? La blogosfera hierve, Internet crepita. Decenas de competidores nacen de la noche a la mañana, clamando por los ideales seudoigualitarios. Ivan y Francesca, estoicamente, intentan aguantar el chaparrón hasta que, de repente, tres de los miembros de su comité secreto son víctimas de accidentes que a punto están de costarles la vida.


A bote pronto yo contestaría que sí, que disfrutaría muchísimo en una librería semejante, ojeando un libro y otro con el único problema de elegir entre tanto buen libro cuál me llevo a casa, o sentarme sin más a pasar la tarde con una de esas novelas en la mano en un ambiente agradable o acercarme al librero a comentar tal o cual novela o a preguntar por aquella otra. Sí, sin duda sería algo parecido a un paraíso para todos los amantes de las novelas. Seguro que estaría de acuerdo en buena medida con su selección, lo que no tengo tan claro es que me gustara que alguien se arrogara la autoridad de decidir qué es una buena novela, qué novela debe estar o no en esa librería.

Para empezar encuentro francamente difícil, si no imposible, establecer la definición de una buena novela así, con carácter genérico. Una novela cobra vida cuando es leída y esa vida es distinta para cada lector que la interpreta. Cierto es que cuando una misma obra hace coincidir la crítica favorable de muchos lectores de todo el mundo y a lo largo del tiempo debe ser algo más que una pura coincidencia y en ese caso se habrá ganado sin discusión su calificación de buena. Sin embargo no creo que ese criterio, más o menos general, implique que tenga que gustar a todo el mundo, ni que la persona a la que no le guste sea un “mal” lector o que eso sea un motivo de descrédito para el lector que disiente de esa clasificación. ¿Quién de nosotros no ha tenido alguna vez cierto complejo o reticencia a la hora de declarar que determinada obra maestra no le ha gustado?

En otro tiempo, hace años, me resultaba molesto que alguien pudiera valorar si mis lecturas eran “buenas” o no. Me preocupaba que se juzgara mi capacidad como lectora competente. Por lo mismo, seguro que todos, en alguna ocasión, hemos sentido cierta “vergüenza" a la hora de confesar que le gustaba determinado libro o determinado género con la preocupación de que eso te rebajara como lector de primera.

Ahora, que me trae sin cuidado el juicio ajeno porque tengo confianza suficiente en el propio, sigo pensando que es tremendamente arrogante que una librería y quien está detrás de ella pueda atribuirse la capacidad de juzgar qué novelas son buenas y tienen cabida en sus estantes y cuales no, con la descalificación que eso conlleva para las excluidas y menospreciando, de alguna forma, la capacidad de cada lector de decidir por sí mismo cuales son sus buenas novelas. Aunque para ello tenga que bregar con la avalancha de novedades, supuestos best-sellers y demás campañas de las editoriales que intentan meterte por los ojos a toda costa sus productos.

Por otro lado, ¿a quién no le ha pasado que ha tenido que dejar de lado un libro en un momento dado incapaz de seguir adelante y que en otra oportunidad lo haya encontrado fascinante? Si una misma persona puede cambiar radicalmente de opinión sobre la misma novela dependiendo del momento en qué la lea, de forma tal que lo que te pareció infumable en un momento dado, te parezca genial en otro, o al contrario, hasta el punto de mirar con extrañeza el libro que tienes entre las manos y preguntarte como es posible que se trate de las mismas palabras, dichas de la misma forma y en el mismo orden, acabas concluyendo que juzgar una novela como buena o mala por tu experiencia particular, es, cuanto menos, un atrevimiento. 

Los juicios cambian según las circunstancias puramente subjetivas del momento en el que la lectura se produce: edad, entorno, intereses, estado de ánimo… Son muchísimas las variables. Es difícil que a los 15 nos guste lo mismo que a los 40, que nos emocionen las mismas historias, que las comprendamos y valoremos de la misma manera. De igual forma hay lectores asiduos y lectores ocasionales y esta división también ocasionaría una gran diferencia de criterio. Pero yo creo que todos los lectores son importantes, tanto los jóvenes que se están formando como los lectores ocasionales, o los que sólo leen novela negra o sólo ciencia-ficción. Su capacidad y juicio para decidir qué lectura les gusta más es tan válida como la de lectores asiduos y muy experimentados, aunque sus clasificaciones fueran completamente distintas. El lector va formándose con el tiempo y los años, con la experiencia de su vida y de sus lecturas y lo habitual en un lector constante es que haya una evolución, que se afiancen gustos, que se afine el juicio y sea más selectivo con sus lecturas. Para llegar a esa capacidad de discernimiento es necesario que a lo largo de su experiencia se tope con más de una novela mediocre, sólo así el lector aprenderá a discriminar lo bueno de lo menos bueno.

El tiempo me ha enseñado que las novelas que dejan una huella más profunda en tu memoria no siempre son las que objetivamente puedes calificar como las mejores, sino aquellas en las que han confluido una suma de factores de idoneidad y oportunidad puramente subjetivos que han convertido su lectura en un acontecimiento único e irrepetible. Por eso mismo intento guiarme por otras razones a la hora de recomendar un libro y desconfío igualmente de las que me son recomendadas al calor de un entusiasmo emocional. También es cierto que con el tiempo mis valoraciones se han ido endureciendo. Digamos que cada vez me resulta más difícil otorgar calificaciones altas y una gran cantidad se queda con el aprobado raspado, pero no deja de ser algo personal que intento dejar siempre claro a la hora de hablar de una novela concreta.

Siempre he pensado que el placer de leer es lo que importa. Se lee para disfrutar haciéndolo, no por obligación, ni porque debamos leer unas obras o autores determinados, posiblemente todo llegue con el tiempo y nuestra curiosidad e interés nos lleve a querer ir un poco más allá. Por eso nunca he estado de acuerdo con las lecturas obligadas en el colegio porque me parece la mejor forma de que alguien deteste leer. Lo ideal a mi juicio es que se les deje elegir a los  chicos. Adecuado es el libro que nos hace olvidarnos de nuestro entorno, que nos sumerge en sus páginas hasta hacernos olvidar el tiempo, que nos invita a soñar, a inventar, a vivir otras vidas, a sentir a través de unos personajes. Que nos haga removernos en el asiento, modernos las uñas, reír y sufrir. Tanto da que sea un cómic de Mortadelo y Filemón, una aventura de Julio Verne o Laura Gallego García, dragones o vampiros, los misterios de Agatha Christie o los casos de Pepe Carvalho, El Señor de los anillos o Tyrion Lannister, las desventuras de Oliver Twist o la vida de Fortunata y Jacinta, La sombra del viento o las sombras de un tal Grey.

La lectura es en primer lugar entretenimiento y creo que todos los títulos merecen la oportunidad de demostrar si sirven para ello. Hay muchos que no pasan de ahí y a veces eso basta, pero también hay otros muchos capaces de contentar, de convencer, de emocionar y de sorprender al lector más exigente y experimentado. Y todas esas novelas no tienen por qué acomodarse a dos únicas categorías de buenas o malas, sino que habría tantas listas como lectores, con sus manías y sus afinidades, sus preferencias y sus limitaciones.


El pasado sábado, cuando ya tenía esta entrada a falta de repasar y pulir, me sorprendió la coincidencia, al menos de fondo, con la que publicaba mientrasleo, El lector, y además de invitaros a leerla, voy a tomarme la libertad de citar su párrafo final, con la sonrisa de complicidad inevitable entre lectores, digamos, "recalcitrantes". 

"Cuando hablamos de gustos literarios no hablamos de libros buenos o malos, el gusto se afina, se desarrolla, dicen que incluso se educa. No sé hasta qué punto es así, lo que tengo muy claro es que es algo personal y, por mucho que a veces nos empeñemos, intransferible. Leemos porque disfrutamos."

Definitivamente creo que el criterio particular de cada uno a la hora de decidir sus propias "buenas" novelas es siempre válido. Cada lector decide qué novelas formarán su propia lista y su clasificación. La mía podría estar compuesta por un podio para las extraordinarias, y a continuación las buenas lecturas, las corrientes, las abandonadas por aburrimiento o  total incompatibilidad y las olvidadas inmediatamente después de la palabra fin. Y en cada clasificación seguramente convivirían novelas de diferente valor literario ¿y qué? 


33 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo.
    Cada uno somos un mundo diferente y nos motivan cosas diferentes.
    Cada uno ha de encontrar la lectura que más le guste, y disfrutarla.
    Como digo siempre, leer es vivir mil veces.

    Besos.

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    1. Que cada cual elija que aventuras, que vidas vivir en los libros. Acabamos encontrando el mejor camino para ello.

      Besos

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  2. tienes toda la razón del mundo. La calidad de una novela es algo muy subjetivo porque cada cual tiene sus parámetros particulares. Se me ocurren grandes novelas que a muchos lectores les resultan insoportables y otras que aún desdeñadas han entuasmado a la masas. Lo importante es leer y atesorar aquellas que nos han hecho sentir algo especial.

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    1. Las grandes no dejarán de ser grandes y entre la ingente cantidad de títulos que se publican que alguien encuentre ese tesoro particular me parece que bien merece la pena.

      Besos

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  3. Interesante planteamiento.Yo supongo que me acercaria a esa biblioteca tan especial por curiosidad,pero a la hora de escoger libros siempre me fío más de mi instinto que de criterios ajenos .

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    1. No tengo dudas de que sería una librería interesantísima, un paraíso para los amantes de los libros. Las dudas empiezan a la hora de pensar en la selección, en lo que cabe y en lo que no cabe en esa librería. A la hora de elegir es bueno conocer distintas opiniones pero para la decisión final el instinto es la mejor guía.

      Besos

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  4. Yo creo , como tu, que no hay novelas para todos los lectores, sino novelas para cada lector e incluso para cada momento y cada necesidad.
    Aunque nos decantemos casi siempre por cosas concretas, hay momentos para todo.
    Y, lo importante es leer.
    O, al menos, eso creo.

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    1. Completamente de acuerdo, hay veces que buscas un tipo concreto de novela porque es lo que te pide el cuerpo o la cabeza o el estado de ánimo. Y rachas en las que te da por un género concreto y otras en las que determinados temas no te atraen nada.
      Y lo importante es disfrutar de ello en cada momento.

      Besos

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  5. Me ha gustado leerte y la reflexión. Creo que esta novela invita precisamente a eso, a cuestionar ciertas cosas. Por una parte piensas que sería un lugar paradisíaco, por otro, esa capacidad de "decidir" del lector puede sentirse cercenada (aunque bien podría ir a otro y completar sus elecciones).
    También soy de la opinión de que se lee para disfrutar pero el disfrute puede ser distinto, un mero entretenimiento, un desafío, un deseo de aprender algo, de completarse. En una charla que asistí una vez decían, un buen libro es el que produce placer, te enseña y hace pensar, creo que estas tres cosas son las que más busco en una lectura, pero los niveles son variables. También quería decir que no creo en la obligatoriedad de las lecturas pero que hay algunas obras que independientemente del gusto del lector (satisfecho o no) son buenas a nivel técnico. Creo que eso diferencia a la crítica literaria pero vaya de ahí a que haya que leerlas, nada, se lee lo que se quiere y punto.
    Y que también he tenido esa sensación de lectores de primera y segunda pero cada vez estoy más en el "me trae sin cuidado" leo para mi ;)
    Gracias por la mención y el enlace, como digo, lo mejor es el debate generado.
    Un besito Jara

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    1. Efectivamente lo interesante es el debate. Yo conforme leía la novela también pensaba que efectivamente esa librería no tenía porqué ser una competencia para las otras, el problema más bien es la arrogancia de decidir qué novelas son las buenas.
      Por otro lado, aunque haya veces que busque básicamente pasar un buen rato, sin quebrarme la cabeza, incluso en ese caso le pido algo más a la novela, que me sorprenda, que me descubra algo nuevo, que me encandile su forma de contar...
      Brindo por ese "me trae sin cuidado", cuando se llega a él es que hemos ascendido unos cuantos peldaños en la escala lectora-evolutiva :)

      Besos

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  6. Gracias por la acogida de mi blog www.eransemilveces.blogspot.com.es donde puedes descargarte libremente mi novela EL FANTASMA DEL INCIENSO, una comedia de intriga en la España del siglo de oro.

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  7. Interesante reflexión, debo decir que estoy de acuerdo contigo. El estado de ánimo que tengas en el momento que lees un libro marcará, en buena parte, el éxito o el fracaso de la lectura. He leído un libro (que adoro) dos veces: en la segunda lectura te diría que mi estado de ánimo lo calificaría de "hastiada" o un poco "desmotivada", y la lectura no me resultó nada placentera. Si en ese momento hubiera hecho la reseña del libro, no hubiera sido muy positiva. Ahora que ha pasado un tiempo desde que lo leí por segunda vez, lo recuerdo nuevamente por ser un libro adorable.
    Bueno, no me enrrollo más, un besazo y gracias por esta magnífica entrada que has hecho.
    Besos !

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    1. Entiendo lo que te pasó con ese libro. A veces he vuelto a un libro que me encantó en su momento y que en una segunda lectura el efecto es completamente distinto. El paso del tiempo influye mucho en nuestros gustos y el momento que vivimos también.

      Besos

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  8. Nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede decidir de antemano lo que nos va a gustar o no. Como tu dices, hubo un tiempo en el que ocultabas tus lecturas para que nadie pensase que no eras una lectora de primera. Después, cuando pasan os años, lees lo que quieres, lo que te apetece, lo que te aconsejan. Y una cosa, hay novelas que te encantan, otras que te distraen, otras que te aburren y otras que... te sacan de quicio, que no las puedes soportar. Y es que escribir bien es muy difícil aunque parezca muy sencillo.

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    1. He intentado no centrarme en la calidad literaria de las novelas. Es indudable que no todas pueden entrar en el mismo saco, que escribir es un oficio muy difícil y a mi me impone un tremendo respeto.
      Pero creo en la oportunidad de todas las novelas y el derecho de todos los lectores a decidir cuales son sus mejores lecturas.

      Besos

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  9. Cierto, muy cierto lo que dices. Curiosamente, las cosas que he leído bajo el concepto "ocio" no han sido demasiado populares, bueno, a excepción de la obra de Tolkien. Y también me da lo mismo las críticas que algo que me toca pueda tener, hasta ahí podríamos llegar.

    Un beso

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    1. ¿Quieres decir que tienes un gusto muy particular en lo que a lecturas se refiere?
      Pues de eso se trata, de elegir y disfrutar, pero ¿no habrá habido algún momento comentando sobre lecturas que te han mirado como si fueras un bicho raro?
      A mi ahora me trae al fresco pero de jovencita=insegura si me ha resultado desagradable que me miraran por encima del hombro.

      Besos

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  10. Pues sí, por un lado atrae esa librería que tan buenos títulos tiene que tener. Pero por otro... Seguro que echaríamos en falta títulos y quitaríamos otros... Que como bien dices, cada uno tenemos nuestros gustos, nuestas propia escala de valores. Y no nos tienen que decir qué es lo bueno y qué no. Porque lo que es bueno para unos, para otros puede ser un tostón verbenero... Cada uno que lea lo que quiera sin que nadie tenga que juzgarlo. Que aquí no tiene que haber distinciones. No hay mejores ni peores lectores. Hay simplemente lectores que disfrutan con un libro, sea el que sea.
    Besotes!!!

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    1. Ese es el tema, que independientemente de la calidad literaria de las novelas, lo que importa es que cada lector tiene su propia escala de valores y toda lectura que entretenga o emocione o enseñe algo al lector puede ser buena en ese momento y para ese lector concreto.

      Besos

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  11. Bueno uno no tiene por que sentirse avergonzado por que elija una lectura en vez de otra.
    Somos muy libres de leer lo que nos plazca ya que los gustos de la gente son diferentes, para eso están para que haya distintas opiniones.
    unos besotessssssss

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    1. Efectivamente hay mucha variedad de novelas para abarcar una gran cantidad de lectores con gustos e intereses distintos, pero también es cierto que hay géneros y temas que parecen destinados a un público concreto e "inadecuado" para otro tipo de lector. Por supuesto lo importante es elegir libremente sin que nos preocupe la opinión de los demás.

      Besos

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  12. Yo me leí esta novela y me encantó.Para mí, es una buena novela. Hice de esta la reseña en mi blog, y sí me apetecería mucho que existiera una libreria como esta. Saludos.

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    1. Esta novela me tuvo debatiendo conmigo misma durante todo el tiempo que duró su lectura y aún después. Independientemente de su calidad literaria, me ha hecho pensar y plantearme unas cuantas cosas como lectora. Es mérito más que suficiente para recordarla.
      Tenía argumentos a favor y en contra. Una librería como la que protagoniza esta novela sería muy interesante sin duda, con novelas bien seleccionadas, pero esa etiqueta diferenciadora y elitista es la que acabó decantando la balanza. Simplemente me parece más importante valorar las lecturas de forma subjetiva, en función de cada lector, de sus intereses y sus gustos particulares.

      Besos

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  13. Oh cielos!! Voy a discrepar!! :) Sólo un poquito, eso sí. El libro no lo he leído (aún), y quiero diferenciar entre la arrogancia y el hecho de que decidan cuál es buen libro y cuál no para tenerlo en el catálogo. Sobre la arrogancia, nada que decir: no la soporto. Pero sobre lo otro... Siempre he pensado que me hubiera gustado trabajar entre libros (lo hago entre niños, que me apasiona también..., pero), en una biblioteca o en una libreria. Si tuviera una libreria no sería una libreria al uso, eso seguro, y también me gustaría que en ella estuvieran, sobre todo, los libros que más huella me han dejado: tendrían sin duda un lugar preferente. ¿Eso haría malos libros a los que no estuvieran? no necesariamente, pero sí consideraria la posibilidad de que no estuvieran ciertos libros, o al menos los colocaría semiescondidos. Eso sería parte de mi libreria idílica, claro. En definitiva, que como la libreria es mía, inevitablemente la adaptaría a mis gustos, luego supongo que entraría en juego el hecho ineludible de que hay que comer (a ser posible todos los días) y por ahí ya no sé. Pero a lo que iba es que no me parece mal que cada uno en su libreria venda lo que le gusta (y por tanto descarte lo que no, por malo o porque no le interesa).

    Sobre todo lo demás (vas a tener suerte que voy fatal de tiempo). La obligatoriedad de las lecturas en colegios e institutos es, con mucho, más dañiño que los precios de los libros (que hace daño, y mucho). Han espantado a muchos lectores potenciales. Es más: la obligatoriedad de leer clásicos cuando la mayoría de la gente no está aún preparada para ellos hace daño al lector ... y a los clásicos. Y ya enlazo con el tema de libros que tienen su momento. Está claro, como lectores evolucionamos, o al menos cambiamos. Más allá de que empieces a ir más allá de los libros, abarques al autor, su vida incluso, es cierto que vas madurando, apreciando más la literatura y disfrutando también más de lecturas superficiales, pero elegidas justo cuando las necesitas. Aunque suene contradictorio, hay un momento en que ensanchas tus miras como lectora, a la vez que las reduces y dejas fuera otras cosas. Suena raro pero sí, en un mismo proceso haces las dos cosas: ensanchar y reducir. Cosas de lectores :P

    Oye, que a mi no me saques estos temas así sin avisar que luego siempre quedan cosas en el tintero.

    Gracias ;) Beso!

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  14. (juer, qué largo me ha quedado el comentario, para ir con prisas además...)

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    1. ¡Mecachis esas prisas! con lo interesante que estaba el debate.
      A ver, que me remango y me dispongo a la réplica, que es el peregil de estas salsas.
      Como contesto un poco más arriba, para mí lo más interesante de La buena novela ha sido precisamente el debate que he tenido conmigo misma durante su lectura. Me paraba de repente y con el libro en el regazo podía tirarme un buen rato exponiendo razones a favor y en contra de la dichosa librería. y exactamente el argumento que tu me das lo utilicé en contra de mi misma. Y estoy de acuerdo contigo, ¿no hay librerías especializadas por temas? ¿por qué no puede alguien montar la librería que mejor le parezca y elegir lo que quiere vender?
      Me parece una idea maravillosa, yo también quiero. El problema empieza con el adjetivo, con la etiqueta "buena". De forma inmediata lo que no está dentro es "malo". No me gustaba esa frontera. Nada en contra de elegir lo que quieres vender y lo que no quieres vender, de especializarte en clásicos si te place o decidir no vender determinados géneros.
      La incomodidad surge, repito, con aplicarse y utilizar como sello distintivo la idea de "buena novela".
      Por otro lado, aparte de la idea de la librería lo que quería remarcar con la entrada en que para mi, más importante a veces que la calidad literaria de las obras, es la experiencia lectora particular y subjetiva de cada uno. De ahí también lo de estar en contra de las lecturas obligadas. Es probable que acabes llegando a esas lecturas en tu camino lector pero si no es así tampoco creo que sea imprescindible.
      A mí me gusta mirar hacia atrás y ver el camino recorrido, con sus subidas y bajadas, vueltas y revueltas para acabar en ese punto al que llegas al final de tu comentario. Cuando tu mirada es más ancha tiendes a valorar todas las lecturas sin prejuicios, así sea un álbum ilustrado, un libro juvenil o cualquier otro que en un momento dado decidas que es lo que necesitas o te apetece.
      Me ha gustado eso de ensanchar y reducir.

      Su turno.

      Besos


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    2. Está claro: tengo que leer el libro. Y amenazo con volver una vez que lo haya leído :P

      (es que tengo prisa, pero el debate queda ahí, eh, pero para argumentar o no creo que necesito saber más sobre ese corte entre "buena" y "mala" literatura -como si fuera tan simple-)

      Beeeso!

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  15. Te entiendo. Con este libro choqué de forma casi frontalo en criterios, sus buenas, mis buenas, las buenas... nunca me han gustado las listas... no las suelo compartir y dejé que mi opinión personal me influyera tal vez en el contenido completo de la novela
    Besos

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    1. Es exactamente eso, mientrasleo, los artículos matizan aún más el adjetivo. Qué distinto es decir "mis" a decir "las". Una confrontación de conceptos o de puntos de vista.
      No recuerdo haber leído reseña tuya de esta novela, no sé si porque es anterior a que empezara a seguirte o porque has preferido en este caso no escribirla.

      Besos

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  16. Te cuento que entiendo tu sensación cuando hablas de tus gustos literarios con tu círculo de amistades. Cuando era adolescente sentí pasión por los clásicos, ni te cuento cómo me miraban mis amigas del instituto cuando salía a relucir el tema...:(

    Me da que, a partir de la universidad, ya dejó de afectarme el "qué dirán" sobre mis lecturas, ahora leo aquello que me apetece sin tener en cuenta su popularidad.
    B7s...;))

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    1. Hace mucho tiempo que me trae sin cuidado la opinión ajena sobre lo que leo o dejo de leer, pero si ha habido alguna vez en la que me han hecho sentir incómoda. Una veces por hacerme sentir que lo que leía carecía de "calidad" y en algún otro momento justo por lo contrario, que me miraban como si me las diera de "listilla"

      En fin, ahora me da exactamente igual el juicio ajeno. Tanto para hablar de lo que me gusta como de lo que me disgusta.

      Besos

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  17. De acuerdo con todo ¿quién puede decidir lo que es "bueno"? Para mí, una librería buena es la que ofrece un amplio abanico de temas y autores para elegir con el fin de que cada uno encuentre lo que le llena en un momento dado, además teniendo en cuenta que el gusto, las necesidades varían a lo largo de la vida. Y nadie creo, lee de la misma forma ni siquiera leyendo el mismo libro.
    Antes de los 20 años, sí recuerdo haber sentido "vergüenza" por no compartir los gustos literarios de mi entorno pero luego dejó de importarme.
    Lo importante es disfrutar con lo que lees ;)
    Besos lectores

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    1. En esencia es lo que quería remarcar con la entrada de hoy. Independientemente de que es indiscutible que hay novelas con mayor o menor calidad literaria, lo principal es nuestra experiencia particular como lectores y nuestra capacidad para decidir sobre "nuestras" buenas novelas, que son distintas en función de la edad, de la experiencia y de mil cosas subjetivas.

      Coincido contigo y con Mari en la edad "critica" en cuanto a la posible inseguridad con respecto a nuestros gustos literarios.

      Besos

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