¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

martes, 12 de mayo de 2015

De dragones y princesas

 
 De dragones y princesas están los cuentos llenos, llenos vienen los cuentos de batallas y besos. Besos de amor y despedida, a veces, pocas, sinceros. Falsos las más de las veces. Veces en las que el sapo sólo es un sapo y el príncipe duerme sin que el beso le despierte. No quiere despertarse el príncipe, no quiere luchar contra el dragón ni besar a la princesa de doradas trenzas. Con sus largas trenzas quiere atar la princesa al dragón para que deje de guerrear sin ton ni son. No son príncipes ni dragones lo que quieren las princesas, ni ser trofeo en la batalla ni princesas en el cuento. Cuento que sin besos ni batallas, sin reyes y dragones, ni azul sapo, ni roja manzana, sólo verruga en la nariz de la bruja le queda, pues hasta las pócimas y los conjuros con viento fresco se han marchado. Viento que empuja a la bruja, que empuña la escoba, que barre las hojas del cuento. Blancas las hojas, vacías ya de letras y sueños han quedado. Sólo un minúsculo punto sin rumbo quedó en ellas olvidado. Y yo, que ya nada puedo hacer por rescatar al dragón, ni luchar con la princesa, ni despertar al príncipe, ni ofrecer la manzana al sapo para que la bese, ni sacar a bailar a la verruga y su bruja, sin miramientos ni delicadezas atraparé al punto despistado, para, azulín azulé, acabar con un cuento que nunca lo fue .