¿Cambia la textura del fieltro con la luz eléctrica?
¿Puede el fieltro ayudarnos a ahorrar en la factura de la luz?
¿Cómo inciden el uno en la otra, o la otra en el uno?
Un puñado de preguntas absurdas que solo tienen dos propósitos:
UNO: mover al desconcierto a todos los que acabáis de llegar con la sana intención de acomodaros en el salón con el café o el té en la mano, y os habéis quedado con la cucharilla en suspenso pensando si no será mejor salir corriendo (espero que la curiosidad haya hecho mella en vosotros y acabéis por meter la cucharilla en la taza y remover el azúcar).
DOS: una vez probado el líquido que sea y comprobado si está a vuestro gusto conduciros al objeto de la entrada, que bien podría llegarse a la conclusión de que es tan inútil como las preguntas formuladas al comienzo de la misma, pero que quizá podría llegar a alumbrar en vuestras mentes esa idea brillante que justo necesitabais para tapar, ocultar, disimular y en ultimo extremo incluso realzar el antiestético e ineludible cuadro eléctrico que protagoniza el recibidor de nuestras casas.
No es que vayamos a descubrir la pólvora, ni siquiera la rueda o el fuego. Haber, hay en el mercado soluciones para ello, aunque no siempre es fácil dar con la que se ajuste a tus medidas. La ventaja, muy a tener en cuenta hoy día, que ofrece la solución que yo os traigo, es que es muy barata y muy sencilla y como diría un avispado vendedor, con muchas posibilidades de que cada uno lo acomode a sus necesidades y gustos personales. Yo no tengo intención de venderos nada, así que estoy fuera de toda sospecha, no voy a daros gato por liebre, lo que se ve, es lo que hay. Ni más ni menos.
¿Dónde están las palanquitas que nos dan y nos quitan la luz?
Camufladas entre la maleza.
Dentro de la etiqueta de aficiones que inicié con la entrada sobre la reconversión hoy os dejo mi versión de "tapadera" bajo la que disimular el dichoso cuadro eléctrico.
Las posibilidades son muchas. Unos pliegos de fieltro que se ofrecen en una amplia gama de colores para combinar con el de las paredes o los muebles, una tijeras, cinta para tomar medidas, un poco de hilo de los bordar y....
¡que vuele la imaginación!
Se pega a la tapa del cuadro con velcro y no estorba para abrirla y cerrarla cuando sea preciso. ¡¡Barata y entretenida!!Si sois un poco más habilidosos que yo podéis convertir un "cuadro" eléctrico en toda una obra de arte. ¿Quien se anima con los trabajos manuales?