¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

viernes, 17 de abril de 2015

Esta vez le tocaba a él decidir

   Salió de la consulta del médico con la vista perdida y un sobre debajo del brazo. Sin saber bien cómo, se encontró en la calle. Durante un segundo miró desconcertado a izquierda y derecha y tras unos instantes de vacilación echó a andar hacia la izquierda con un encogimiento de hombros. ¡Qué más da! pensó. Si la muy cabrona está esperándote a la vuelta de cualquier esquina para ponerte la zancadilla y sigue esperando a que te levantes para volver a tumbarte. Será posible…

   Toda la vida intentando escapar y toda la vida volviendo sin conseguirlo. Frustrado y rabioso siente como las lágrimas ardientes le corren por la cara sin poder controlarlas. Camina sin ver mientras su cabeza se convierte en un hervidero en el que se agolpan y chocan unas ideas con otras, confusas y revueltas. Y entre esa maraña donde se dan cita al mismo tiempo, amontonándose y superponiéndose, formando un caótico amasijo de emociones, hay una que consigue abrirse paso sobre la incomprensión o la tristeza sin que él se lo proponga y unas palabras se escapan de entre sus labios apretados concentrando toda la mala hostia que en ese momento le corre por las venas: ¡Qué hija de puta!

   Siempre intentando sacudirme una vida que no me ajusta, agotando las fuerzas y las ilusiones en el intento. Tantas mañanas, joder, agarrándome los hombros, obligándome a mirarla de frente, sin opción de replica. Avisándome. Enseñándome la soga que me ata a las obligaciones, a las deudas, a los afectos. Esperando...

   Esperando el tiempo de poder elegir, de poder decidir. De abrir la puerta y salir dando un portazo sin volver la cabeza. Lo malo era encontrar la ventana abierta de cuando en cuando. Imposible resistirse. Antes de darme cuenta, ya estaba otra vez probando a volar, sabiendo de antemano que cada escapada llevaba impresa la fecha de caducidad. Sabiendo que otra vida era posible, pero siempre demasiado lejos. Eso era lo peor de todo. Resignarse.

   Tantos años aguantando, joder, esperando. Con las ilusiones gastadas, con las piernas cansadas de caminar, con los ojos agotados de mirar… y ahora que creía tenerla al alcance de la mano… se me vuelve a escapar.
¡Qué hija de puta la vida!


   Se paró de golpe. No. Esta vez no. No pensaba pasar por ahí. Cogió el sobre con los resultados de las pruebas que le decían dónde exactamente había decidido la cabrona que iba a ponerle el punto final, se acercó hasta la papelera más cercana y lo tiró con rabia. Con paso decidido, sin mirar ni a derecha ni a izquierda, cruzó la avenida. Esta vez no. Esta vez le tocaba a él decidir.

38 comentarios:

  1. Te pongas como te pongas, ella siempre gana. Y, si se asume, se sufre menos.

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    1. Sin duda María Jesús. Es esta historia el protagonista pierde, de una forma o de otra. La actitud que cada uno adopta ante lo que ella te pone por delante es la que marca la diferencia ¿verdad?

      Besos

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  2. Fantástica y terrible historia. Y muy bien contada. La muerte es cruel y en este país lo tenemos muy cruelmente montado. Mi madre tuvo un derrame cerebral hace tres años, el día uno de marzo. Invasivo, sin retorno, no dieron un duro por ella. y ahi la tuvieron, aguantando el sufrimiento, el dolor... Hasta que se me hincharon las narices y le exigí al médico la morfina. En principio se me opuso y después de una breve bronca comenzaron administrarsela. Entonces se convirtió en la bella durmiente y 33 interminables días después murió sin sufrir. Se que lo que digo puede molestar a algunas personas, pero pienso que la eutanasia es una cuestión de dignidad. Y si no, pues eso, nos tiraremos delante de las ruedas de un autobús.

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    1. Hasta que no te enfrentas a determinadas situaciones no sabes bien cómo vas a reaccionar y la enfermedad y la muerte son, sin duda, las más difíciles de manejar.
      Entiendo completamente tu postura ante el problema de tu madre. Aunque yo no he tenido que enfrentarme a esa situación creo que mi postura hubiera sido la misma. Si llega un momento en el que la palabra "vida" deja de tener sentido más allá del movimiento mecánico del corazón y sólo supone una agonía, prolongarla a base de tecnología no tiene ningún sentido.

      Un abrazo.

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  3. Hay sobres que desearíamos no abrir y vidas que solo dan la cara cuando ya te dan ganas de darle una patada en el culo, intenso y reflexivo el relato de hoy. Un placer leerte, un amargo mensaje (en parte) :)
    Besos

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    1. Es que puede ser muy puñetera y la patada en el culo te la da ella en cuanto te descuidas. Supongo que la mejor, o la única opción. es sacarle partido a lo que va dándote día a día, sin esperar a que mañana sea mejor que hoy. Por si acaso...

      Besos

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  4. Qué difícil es afrontar esa situación !!

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    1. Sin duda Angelines. De las que nunca sabes cómo vas a reaccionar hasta que te toca.

      Besos

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  5. Con toda la dureza del tema, ¡me ha encantado el texto!

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    1. Muchas gracias Bettie por pasar a compartirlo. Me alegra que te haya gustado.

      Besos

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  6. Interesante relato, Feliz finde. Un beso, Jara.

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    1. Gracias Amapola por pasar a compartir el café y el relato.

      Feliz semana.

      Besos

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  7. Desde nuestro nacimiento vamos muriendo poco a poco. Si podemos elegir como vivir, porque no escoger como morir y tener todo el derecho de saber cuando nos llegará, ya que con certrza llega, aunque nos haya dado ventaja de unos cuantos años.

    Besos.

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    1. Una certeza, la de la muerte, que debería llevarnos a aprovechar al cien por cien cada día, sin embargo tendemos a olvidarlo y así puede pasarnos como al protagonista de hoy.
      Buena parte de su problema es precisamente que siente que no ha podido elegir la vida que le hubiera gustado y espera el momento de tener algo de libertad para ello. Cuando se encuentra con que tampoco va a poder ser, el enfado le lleva a tomarse la libertad de elegir el momento de acabar con ella.
      En todo caso, hay veces que la vida nos lo pone realmente cuesta arriba ¿verdad?

      Besos


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  8. Qué duro... Qué intenso... Y qué bien escribes!!!
    Besotes!!!

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    1. Muchas gracias Margari. Es muy agradable saber que has conseguido transmitir algún sentimiento con tus palabras.

      Besos

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  9. Bufff, menudo relato ! Durísimo, y menudo debate dejas abierto: Luchar hasta el final, o rendirse defintivamente ? Porque al cruzar esa calle, de una forma u otra, no ha hecho más que precipitar lo que esas hojas confirmaban. No sé lo que yo haría en esa situación tan dura y extrema, la verdad.
    Besitos !

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    1. Creo que es imposible saber de antemano (aunque pensemos que lo tenemos claro) cómo vamos a reaccionar en un caso así.
      El protagonista del relato cede a la rabia y a la frustración sin pensarlo demasiado. Harto de no poder elegir la vida que deseaba, decide tomarse la libertad de elegir el momento y la forma de su muerte.
      Creo que hay tantas opciones y situaciones como personas y circunstancias siendo muy difícil emitir un juicio sobre qué opción es más válida, o justa, o ética, o razonable, o...

      Besos

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  10. Crudo relato. Decisiones cuando te patean. Me quedo con el mensaje de no postergar esas decisiones, de no esperar a ningún sobre que convierta en obligación lo que tiene que ser una opción.

    Un abrazo

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    1. Tienes razón Ana. Precisamente cuando estás bien pateado y dolido no es el mejor momento para tomar una decisión semejante. Bien apuntado que, en todo caso, no debe dejar de ser una opción libremente ejercida.
      Y cómo nunca sabemos hasta dónde vamos a poder llegar o elegir, lo mejor es no esperar tiempos mejores e intentar aprovechar lo que cada día nos ofrece.

      Besos

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  11. Bien por él porque va a decidir el cómo quiere vivir lo que tenga que vivir y eso es mucho antes que amilanarse y entregarse en vida. Un relato que toca las fibras sensibles...
    Besos jara

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    1. Un hombre que espera que el tiempo le traiga una vida mejor y que se encuentra con que tampoco va a llegarle.
      Es imposible saber cómo reaccionaríamos cada uno ante una situación semejante, pero en todo caso, no pueden quitarnos la libertad de elegir...

      Besos

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  13. REDIEZ JARA, PUES IBA A DARTE LOS MUY BUENOS DÍAS, pero dudo de la pertinencia del saludo después de leer el relato, la verdad.

    Desde luego, como relato es impactante y tiene mucha fuerza, de eso no hay duda. Y sobre el tema que se plantea es muy complicado opinar en el formato de lo que viene siendo un comentario. Así pues, y sabiendo que estoy simplificando algo muy complicado, yo diría que el personaje de tu relato, a juzgar por cómo lo pintas, no está en las últimas, es más, camina por su propio pie y anda sumido en sus pensamientos (vamos, que no lo veo como estando en una situación, digamos, demasiado terminal). Por lo tanto yo diría que ha renunciado a luchar por su vida y ese acto de suicidio lo interpreto más bien como un acto cobarde. Cobarde y con aspectos que no dicen mucho sobre la nobleza del suicida porque, si elige eso, al menos que no amargue la existencia al pobre diablo que acabará atropellándolo, dándole el día, el mes y quizá el año. Es decir, que si quiere acabar con su vida que lo haga de forma y manera que no involucre a terceros.

    Quizás se solapen en el personaje más factores además de la enfermedad; quizás sea un sujeto con clara tendencia a la depresión y eso ha sido la gota que colma el vaso. En serio, muy complicado simplificar tanto, pero sea o no complicado, mi reconocimiento a los que se parten la cara luchando hasta el final, eso si que es, al menos para mi punto de vista, una decisión digna y llena de valor.

    Un besazo

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    1. Rediez Valaf, creo que la cosa se ha complicado mucho más de lo que yo pretendía.
      Conforme vas escribiendo un texto, la historia toma a veces su propio rumbo, un rumbo y un camino que en realidad no estaba en mi cabeza al empezar a escribir.
      Y si mi protagonista llega a ese punto final un poco precipitado es porque las características del relato (determinadas por el hecho de que es un post) no dan para más. Supongo que es inevitable que un final tan dramático sea el que acabe centrando toda la atención. No pretendía abrir el debate, cuando nos enfrentamos a una enfermedad mortal, sobre si es más valiente el que decide luchar o si el que se rinde es un cobarde. Para mi Valaf, lo importante sería que cada uno pudiera decidir libremente lo que quiere hacer en ese caso.
      Y desde luego, por descontado, pienso que puestos a quitarse de en medio, lo suyo es hacerlo sin involucrar a terceros inocentes. Ya sea cruzando un calle o estrellando un avión.
      En este caso es sólo un hombre hastiado de su vida, soñando con que llegue el tiempo de sacudirse obligaciones y poder elegir cómo vivirla y que cuando ese momento está por fin a su alcance recibe el dichoso sobre que le anuncia que tampoco esta vez va a poder ser. Llevado por la rabia y la frustración toma una decisión excesivamente drástica y sobre todo muy precipitada, pero en último extremo se trata de ejercer su derecho a decidir, por una vez, cómo no vivir y cuándo morir.
      El futuro es algo demasiado incierto e impreciso como para confiarle sueños o promesas de una vida mejor. Y vivir, en según en qué circunstancias y condiciones, puede no ser una bendición sino una autentica tortura que no tiene por qué prolongarse a cualquier precio.

      Y sí, resulta muy difícil tratar un tema tan complejo en un par de comentarios ::)))

      Besos

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  14. ...y el mundo sigue andando. Besitos, Jara.

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    1. Siempre Koncha, indiferente a nuestros anhelos, sueños, frustraciones o deseos.

      Besos.

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  15. Hagamos lo que hagamos, ella siempre tiene la última palabra. Lo que no quita para que nosotros argumentemos cada día con ella, cada uno a su manera.
    Abrazo bien grande.

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    1. De eso se trata Fram, de argumentar día a día, porque no sabemos cuando y cómo va a llegar esa última palabra.

      Besos

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  16. Todo un carácter eh... pero me temo que al final ella gana.

    Siempre.

    Besos.

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    1. La última palabra siempre la tiene ella y el resultado final no admite réplica.

      Besos

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  17. Impresionante ese relato, pero desde luego a veces que postres mas amargos nos tiene la vida preparados. mil besicos

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    1. Por eso no conviene fiar al futuro mejores días, nunca sabemos el postre que nos tiene preparado.

      Besos

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  18. Impresionante relato. La vida es cada día, aunque no siempre parezca que lo sabemos
    Besos

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  19. Al final ella gana la partida siempre, al menos nos queda el saber jugarla bien. Un besote!

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  20. Que dura es la vida a veces y que complicada, cada día nos pone nuevos obtáculos que vamos sorteando....Bien por esa acertada decisión.
    Un beso.

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  21. Hola Jara, ufff, vaya relato tan triste y al mismo tiempo muy real, ya que como el protagonista habrá muchos que estén luchando como el durante tanto tiempo y al final..., es triste ver como hay personas que luchan y luchan pasándolo mal para luego que esa cabrona se salga con la suya, en fin, el protagonista desde luego que tiene motivos para sentir así de abatido y con tanta rabia, ojala fuese todo lo contrario.
    Que pases un buen finde:)

    Besos.

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  22. Lo malo es que esa cabrona siempre se sale con la suya pero lo malo es que estes ahi a brazo partido luchando durante mazo tiempo para nada.
    Buen relato y muy real.
    Besotessssssssssssssssssss

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