¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

viernes, 10 de enero de 2014



RIMA LXXIII

Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.
La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho;
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.
Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil rüidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:
—¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

                * * *

De la casa, en hombros,
lleváronla al templo
y en una capilla
dejaron el féretro.
Allí rodearon
sus pálidos restos
de amarillas velas
y de paños negros.
Al dar de las Ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja
sus últimos rezos,
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron,
y el santo recinto
quedóse desierto.
De un reloj se oía
compasado el péndulo,
y de algunos cirios
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba
que pensé un momento:
—¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

                * * *

De la alta campana
la lengua de hierro
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas,
amigos y deudos
cruzaron en fila
formando el cortejo.
Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
el nicho a un extremo.
Allí la acostaron,
tapiáronle luego,
y con un saludo
despidióse el duelo.
La piqueta al hombro
el sepulturero,
cantando entre dientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
el sol se había puesto:
perdido en las sombras
yo pensé un momento:
—¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!

                * * *

En las largas noches
del helado invierno,
cuando las maderas
crujir hace el viento
y azota los vidrios
el fuerte aguacero,
de la pobre niña
a veces me acuerdo.
Allí cae la lluvia
con un son eterno;
allí la combate
el soplo del cierzo.
Del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío
se hielan sus huesos...!

                * * *

¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al cielo?
¿Todo es sin espíritu,
podredumbre y cieno?
No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
algo que repugna
aunque es fuerza hacerlo,
el dejar tan tristes,
tan solos los muertos.


autógrafo

15 comentarios:

  1. Fúnebre y a la vez precioso poema de Becquer... Acompañado de una música deliciosa.

    Besos
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  2. Y los vivos también se quedan a veces sólos!!

    Pues venía de mirar una cosa de Becquer y mira, aquí me lo encuentro :)

    Besos!

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  3. Lo triste es lo solo que suelen quedarse los vivos.
    Un abrazo.

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  4. A pesar de que cantaron esta canción el día de mi boda, es inevitable que la asocie con momentos tristes y melancólicos como el que describe este poema (y que conste que soy feliz en mi matrimonio, jejejeje).
    Feliz fin de semana !

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  5. Qué entrada más bonita! Leer a Bécquer siempre es un placer, aún en poemas tan tristes como éste. Y con la preciosa música que has puesto...
    Besotes!!

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  6. A pesar de gustarme Bécquer, hoy coincido más con Juan: los vivos somos los que nos quedamos solos, intentando rellenar el vacío de su ausencia.
    Como dijo Brassens, "dejan en el agua un agujero que nunca se cierra".
    Un gran abrazo.

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  7. Hola Jara, precioso el poema de Becquer, aunque nunca he entendido por que siempre escribía cosas tan tristes aunque a su vez preciosas, y si que nos quedamos con muchas dudas con los que nos dejan como dice el poema, pero son cosas que nunca sabremos y que espero tardar mucho en enterarme, también pienso que ellos se quedan solos pero muchos de los que aquí quedamos también nos pasa eso, la vida es así:), que tengas un buen finde.

    Besos.

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  8. La belleza hecha poesía, Un abrazo.
    Feliz semana.

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  9. Un placer siempre leer a Becquer y puedo entender su Poesía porque perteneció a la época del Romanticismo , por eso sus Poemas son románticos hasta no poder más . Pero coincido con Framboise en que los que se quedan solos somos nosotros y siempre intentamos llenar o buscar cosas para llenar su ausencia sin darnos cuenta de que nadie puede llenarla , una ausencia no se puede llenar con nada ni nadie , las personas somos únicas e irrepetibles .
    Genial la interpretación del Ave María , he cerrado los ojos para escucharla mejor y concentrada y he sentido una sensación maravillosa , de verdad , era como si la Música me envolviera en un manto de paz.¡ Gracias , Jara y un gran abrazo !

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  10. ¿Y si durmieras?
    ¿Y si en sueños soñaras?
    ¿Y si, en el sueño, fueras al cielo y allí cogieras una extraña y hermosa flor?
    ¿Y si, al despertar, tuvieras esa flor en las manos?
    Ah, entonces, ¿entonces qué?

    Samuel Taylor Coleridge


    Un besazo, Jara!!!

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  11. Bécquer, uno de mis Favoritos cantando, unas veces, a la Vida y otras, como en este caso, haciendo esta bella y triste Poesía...¡¡¡Inmensa!!!¡¡¡Gracias por compartir tanta sensación, condensada, en sabia Letra, junta.
    ¡¡¡Gracias, Siempre, por Estar y por Ser en mi blog P y V. Sabes que Valoro y Estimo un montón.
    Abrazos y Besines Mil.

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  12. La verdad es que es uno de los grandes aunque la mayoria de escritos son tan tristes.... Bueno aqui ha relatado de forma magistral un adios.
    Besotessssssssssssss

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  13. Hola Jara, mi enhorabuena por la magnífica elección que has hecho. Es uno de mis poetas favoritos, me he leído en varias ocasiones sus Rimas y Leyendas (recomiendo esta obra) de esta poeta sevillano, que no fue reconocido hasta después de su muerte.
    Un beso.

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  14. Pufff qué bonito, y que pena. Es curioso que has elegido una rima que releí hace apenas unos días :-)
    Besos

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