Los meteorólogos dieron carpetazo al verano el domingo pasado yo voy a dárselo con esta segunda parte de la crónica de mis lecturas del verano.
Hoy le toca a los libros del mes de agosto que, curiosamente, contando con bastantes días de vacaciones, han sido menos que en el anterior. Cierto es, por otro lado, que tres de los libros de julio eran cortos, alguno muy corto, y de lectura ágil. Ellos (los libros de agosto) después de su primer enfado de ayer, están hoy tan contentos porque piensan que al tener menos competencia, destacarán más y llamarán mejor vuestra atención.
Siguiendo con mi costumbre de cambiar de forma brusca entre libro y libro, decidí que después de La buena novela, para sobrellevar de la mejor forma posible el calor y los interminables días previos a las vacaciones, lo mejor era una dosis de humor, así que huí a Suecia (mi instinto debía pedirme algo fresco) con El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson, porque aunque yo estaba empezando a pesar que esos países sólo se escribía sobre asesinos psicópatas, he descubierto que también tienen sentido del humor.
Un anciano que se escapa de la residencia en la que vive el día que cumple 100 años y una maleta que se cruza en su camino y sobre todo la decisión de llevársela son sólo el inicio de una historia divertida, con el punto de absurdo justo para hacer la historia divertida sin caer en lo inverosímil. Una novela corta, como suele ser en estos casos, y de nuevo de las típicas veraniegas, ligera y sin complicaciones, para pasar un par de buenos ratos.
Tras este pequeño paréntesis para limpiar las cañerías lectoras con sonrisas, busqué, con ojos golosos, entre los libros a mi disposición, uno que me hiciera un tilín especial, de esos que intuyes que vas a disfrutar y saboreas tenerlo ahí a mano hasta que le encuentres un buen momento. Así empecé El silencio de tu nombre de Andrés Pérez Domínguez, con ganas, con muchas ganas... y pasó lo que me viene pasando últimamente cuando, tras leer buenas reseñas, acabo seguramente imaginando o absorbiendo las buenas impresiones ajenas para crearme una expectación a la que luego la novela no puede alzarse. Tenía esta novela, además de buenas recomendaciones, muchos ingredientes para que me gustara. Un comunista exiliado que vuelve,, en la década de los cincuenta, con todo el peligro que eso conlleva, a España buscando a su amante, la viuda de un espía nazi destinado aquí durante la Segunda Guerra Mundial. Intriga, misterio y algunas dosis de amor, lo hacían atractivo. Pues no he conseguido conectar del todo con la historia. He pasado medio libro esperando encontrar algo más, los secretos desvelados no me han parecido suficientes para tanta expectación, que seguramente sólo ha existido en mi cabeza. Sí me ha gustado el estilo de Andrés Pérez Domínguez y hay algunos personajes muy notables, aunque la chica protagonista, Erika, quizá ha sido la que menos me ha convencido.
Me estoy alargando más de lo previsto, quizá porque necesito más palabras para explicarme el por qué de mi decepción. En resumen: tras el envoltorio prometedor no he encontrado lo que esperaba, o sólo un poco de lo que esperaba, y al llegar al final me he quedado preguntándome ¿y ya está? ¿esto es todo?
Y de una decepción pasé a otra. Guardaba también como algo especial, la última novela de Luis García Montero, No me cuentes tu vida, que compré en la pasada Feria del Libro. Quería llevármela a la playa, añadir al placer de las vacaciones el de leer a un autor que me encanta. En este caso no había otras opiniones que pudieran distorsionar mi apreciación. Simplemente me he encontrado con una historia un tanto anodina, carente de verdaderos puntos de interés. No es falta de acción, no es eso lo que esperaba, ni lo que cabía esperar tampoco. A veces, una historia aparentemente sencilla, puede resultar arrolladora, por los sentimientos que transmite o porque los personajes se te cuelan debajo de la piel. Un hijo que no quiere que su padre le cuente su vida, sus batallitas, y un padre que decide escribírselas y escribirse a sí mismo su historia, explicársela y entenderse. A través de ella tendremos una visión de esa generación nacida en la última etapa del franquismo que lucha por verlo acabado, que se ilusiona con la llegada de la democracia y se desilusiona cuando el resultado esperado no se parece en casi nada a lo soñado. Es una historia que conozco, es un tiempo que he vivido, aunque no haya una coincidencia total, me pasa muy de cerca. Y entiendo perfectamente al hijo que no quiere saber nada de antiguas luchas, que tiene las suyas propias que en nada se parecen a las de sus padres. La historia tiene sabor de autenticidad y siempre es placentero leer la prosa tan cuidada y armoniosa de Pérez Montero, he disfrutado mientras lo leía, pero no he interiorizado la historia, sólo he asistido a su desarrollo sin llegar a sentirla.
El mes de agosto, a pesar de sus días de playa y descanso, no ha dado para más, otras compañías reclamaron mi atención y desplazaron a los libros de su puesto fijo en la bolsa playera.
Descansan ya, aplacado su deseo de exhibirse, mis libros en sus estantes. Independientemente de la opinión vertida sobre ellos, se sienten satisfechos de haber cumplido con el objetivo para el que fueron creados: ser leídos, tener la oportunidad de explicarse, de contarnos lo que se esconde entre sus páginas, de prender una chispa en nuestra imaginación y que, tal vez, perdure mucho tiempo en nuestro recuerdo.
Tengo en mi estantería y pendiente de leer la de El abuelo que salto... Como tú dices, la tengo también para cuando me apetezca romper un poco con mi estilo habitual de lecturas. A ver qué pasa....
ResponderEliminarNo es nada del otro mundo, pero sirve precisamente para eso, para un rato de evasión sin complicaciones. Ya me contarás.
EliminarBesos
El del abuelo si lo he leido y no me gustó demasiado ,lo cogí por la insistencia de varias personas porque me decian que era divertido,pero yo no le vi la gracia por ningun lado.Los demas no los conozco pero por lo que cuentas mejor los dejaré pasar.
ResponderEliminarBesos
Tuvo sin duda una buena campaña de publicidad y eso ayudó. El humor es un terreno complicado y yo me he llevado más decepciones que alegrías. De todas formas también los he leído peores.
EliminarCon García Montero me ha quedado un poco de mala conciencia porque aunque yo personalmente esperaba algo más, he disfrutado con su lectura y creo que puede merecer la pena darle una oportunidad
Besos
Pues no he leído ninguo de estos.
ResponderEliminarCon los dos primeros podría decirte que tampoco pierdes nada, con el último creo que debería haber añadido que es un libro muy agradable de leer y que yo tenía las expectativas demasiado altas.
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Vaya, parece que al final el balance ha sido un poco decepcionante ¿no? Pues yo tenía (y tengo) muchas ganas al libro de Luís García Montero, tal vez haya sido algo puntual que ha hecho que no conectaras con el libro ¿no? Le daré oportunidad igualmente.
ResponderEliminarEl libro del abuelo a mi me parece sobrevalorado.
Por cierto, que sí, que dicen que el verano ha terminado pero ¡¡yo no lo noto aún!! (quiero ya frío y mantita) :D
Gracias y un saludo!
Creo que harás bien en leer el de García Montero, siempre es un placer leerle. El problema es enteramente mío. Su libro Mañana no será lo que dios quiera, lo tengo en un pedestal y se lo he puesto bastante difícil.
EliminarY estoy de acuerdo con el del abuelo, mucho bombo para lo que realmente contiene.
Besos
El del "abuelo que saltó por la ventana..." me pareció un timo, vamos un robo, una muy buena campaña de márketing para vender una bazofia.
ResponderEliminarBesos.
El terreno del humor es difícil y por lo que tengo observado un mismo libro de humor provoca reacciones muy dispares. A unos les encanta y otros lo aborrecen. A mi Safier no me gusta nada, por ejemplo. De este también esperaba algo más, aunque como nunca pongo demasiadas expectativas en ellos, es más fácil que me conforme con el resultado. Un par de días de lectura intrascendente y ya lo puedes olvidar.
EliminarY tienes razón, hay que ver lo que puede influirnos ese tipo de campañas.
Besos
El segundo lo tengo pendiente en la estantería y el último no lo conocía pero me ha llamado la atención, voy a investigar un poco más sobre él
ResponderEliminarbesos
Espero tus impresiones cuando llegues a El silencio de tu nombre. Probablemente si yo no hubiera ido con expectativas tan altas la impresión final hubiera sido más favorable.
EliminarEn cuanto al de García Montero, aunque también esperaba algo más de él, no paro de recomendar que merece la pena intentarlo. Simplemente leer su prosa es un placer. Yo he disfrutado su lectura, aunque creo que he acabado destacando más el pequeño chasco que me he llevado. La culpa de esperar tanto, la tiene otro libro anterior, Mañana no será lo que dios quiera, que ocupa un lugar muy alto entre
mis libros favoritos de todos los tiempos.
Besos
Qué desastre lo de Montero, jo, que lo tengo en la estantería!!!! ahora me he desinflado... penita, snif! Del abuelo, he leído de todo, de momento no creo que me anime y al segundo, le pasa igual, no creas, a mi no me tiene muy tentada.
ResponderEliminarUn beso otoñal
No te desinfles, Marilú, que merece la pena que lo leas. Yo se lo he puesto difícil, porque tengo otro libro suyo en un pedestal y este no ha podido alcanzar la misma altura.
EliminarDel abuelo poco más que decir, no te pierdes nada del otro mundo.
Del otro... yo he leído reseñas que lo recomendaban mucho y no puedo decir que sea mal libro, pero no nos hemos entendido.
Besos
Estos últimos tiempos no he leído nada de nada.
ResponderEliminarMe apunto estos que tienen muy buena pinta.
¡¡¡Gracias por compartir tan buena información!!!
Abrazos y besos.
Espero que si encuentras tiempo para la lectura disfrute con cualquiera de ellos.
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Sigue mi sequía lectora... hasta que el tiempo no me recluya en casa, no consigo pasar páginas.
ResponderEliminarPero tomo nota ;)
Beso y sonrisa.
Si se puede, hay que darle al cuerpo lo que te pida en cada momento. Y si ahora toca huerto y jardín, perfecto. Los libros saben esperar sin quejarse.
EliminarBesos
Y yo que le tenía ganas al de Montero... Mejor bajo mis expectativas. Sólo he leído El silencio de tu nombre y me ha pasado lo mismo que a ti, me ha gustado, pero no tanto como esperaba. NO he logrado conectar con la historia, con sus protagonistas.
ResponderEliminarBesotes!!!
Yo esperaba mucho de Montero, pero con otra actitud creo que puedes disfrutar mucho con su lectura. En realidad a mi me ha gustado leerlo, no me he aburrido y la maestría del autor manejando el lenguaje de forma tan hermosa hacen que su lectura sea muy agradable.
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He leído los dos primeros, y si bien El silencio de tu nombre me pareció muy entretenido, el abuelo ganó mi corazón. Me lo pasé pipa con el abuelete :-)
ResponderEliminarBesos
El abuelo y su filosofía de la vida es lo mejor del libro. No es nada especial pero yo pasé unos buenos ratos con él.
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La verdad es que este verano he leído más bien poco , más bien me dediqué a buscar y ordenar todo lo que yo había escrito desde los 10 años ( que ya comencé a escribir) hasta el día de hoy . Todo lo que encontré lo he guardado ordenado por fin y junto por fin , era lo que más me apetecía hacer y lo he conseguido , he logrado tener todo junto en una carpeta que por cierto aunque bastante deteriorada , me hizo mi abuela cuando supo que escribía . Como no tenía muchos medios , con una tela amarilla de una toalla que ya no servía , me forró una carpeta de cartón con esa tela y por dentro le fabricó un bolsillito pequeño , Es preciosa mi Carpeta , le puso sobre la tela de la portada un tulipan de fietro con su tallo y unas hojas verdes. Aunque han pasado muchos años y está llena de polvo la tela , la conservo tal cual y le quito el polvo con el aspirador del ordenador ( que es muy pequeño).
ResponderEliminarSerá el Libro que deje cuando me vaya al gran viaje .ç
Un abrazo grande .
Esos regalos son los más valiosos que pueden hacernos, entiendo perfectamente el cariño que le tienes a tu carpeta. Una buena idea lo de ordenar y agrupar todo tus escritos, como dices, será sin duda un gran libro.
EliminarBesos
Una de las cosas que agradezco, en los libros es un fino sentido del humor.
ResponderEliminarY no abunda.
No, no abunda y además no todos nos reímos con las mismas cosas, por lo que es difícil recomendar un libro de humor y es cierto que en algunos momentos es lo más apetece leer.
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A veces las cosas sencillas pueden ser mas intensas e interesantes que las que conllevan una accion fulgurante.
ResponderEliminarMolan los libros con sentido del humos, jeje que no sean todo tiros.
un besote
A mi me suelen gustar los libros reposados e intimistas, no tiene por qué implicar aburrimiento en absoluto. ¡¡Y el humor hace mucha falta!!
EliminarBesos
ummmm...no me he leído ninguno de los que posteas, y eso que alguno de ellos ha reseñado Mientrasleo. Por lo que dices, el del abuelo promete un rato entretenido (es que imaginar a un señor de 100 años fugándose del lugar y por la ventana, tiene su punto)
ResponderEliminarUn beso
El ancianito se las trae. Dentro de lo que se puede esperar en este tipo de libros, resulta entretenido.
EliminarBesos
Parece que has tenido un buen verano de descanso y de libros. Te agradezco tus reflexiones sobre ellos, y ahora toca el otoño, ir deshojando las horas entre sus páginas.
ResponderEliminarBesicos
Desilusionada que me quedado yo también con la novela de García Montero. Es la primera que leo de él y me ha aburrido soberanamente. Y mira que la empecé convencida de que me gustaría. Me entusiasma el poeta, pero no me gusta el novelista. Su prosa es bastante anodina. En fin, que coincido contigo. Un besito, Jara.
ResponderEliminarLes recomiendo el libro "Del otro lado del jardín" su autor es Carlos Framb
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