Cada año espero con la misma ilusión la
llegada de la Feria del Libro y como todo lo que se repite puntualmente año
tras año ha adquirido la categoría de tradición con sus ritos particulares.
Aunque dura mas de 15 días normalmente sólo
acudía un día a visitarla. Una mañana de sábado o domingo, con el cuerpo
descansado y al ánimo bien dispuesto para recorrerla de cabo a rabo (y eso es
decir bastante) parando aquí y allá,
unas veces para coger sin dudar un título que llevas marcado como
imprescindible. Otras, para curiosear tomando nota de un autor por aquí,
descubriendo de repente ese libro que había quedado enterrado en un rincón de
la memoria, por allá. A veces sin habértelo propuesto se da la feliz coincidencia
de encontrar título y autor juntos y casi sin darte cuenta te encuentras
saludando y guardando otro libro más, amablemente dedicado por su autor, claro
que para que esto ocurra no debe haber más de tres o cuatro personas esperando
para la firma, porque si me encuentro con una larga fila de gente prefiero no
pararme.
Acudir en fin de semana tiene sus ventajas e
inconvenientes. Al ser los días en que más público puede acudir, se concentran
las firmas de los autores más relevantes que a su vez atraen a un mayor número
de personas. Como resultado de ello, la visita puede llegar a resultar
frustrante porque apenas puedes caminar de forma fluida entre las casetas, en
muchos casos la aglomeración ante algunas impide que te puedas acercar a ojear
los libros y en determinados lugares donde coincida un autor importante y un
espacio algo más estrecho, simplemente no puedes dar un paso.
Esto ha sido especialmente tremendo este año.
Supongo que mi ocurrencia de acudir precisamente ese sábado que se anunciaba
con temperatura suave (21º) y nublado coincidió con la de miles de madrileños
más. Porque otra de las desventajas de la Feria es, tradicionalmente, el calor
que puedes llegar a pasar durante su recorrido.
¿Cómo estaba la Feria el pasado sábado 8 de
junio? ¡Abarrotá! Pero abarrotada con avaricia, con ganas, lo que se dice de
bote en bote. Resultado: recorrerla la recorrimos, pero verla no la vimos. Con
excepción de las casetas más especializadas, a la demás casi no había quien se
acercara y si lo hacías la presión de la gente a tu alrededor también impedía
verla con tranquilidad. Como consecuencia de esta superpoblación las compras
resultaron más bien escasas y sin embargo al final nos llevamos dos ejemplares
firmados, uno por el director de cine José Luis Cuerda, un tipo muy majo con el
que sí pudimos charlar un ratito con calma y en el otro fue Mejor Manolo de
Elvira Lindo.
En este último caso, fue en la repesca. Cuando
a la ida pasábamos por delante de la caseta en la que Elvira firmaba
ejemplares, la fila era, como en casi todos los casos de autores conocidos, enooooorme
y desechamos la idea, pero como el recorrido es largo, a la vuelta descubrimos
que la espera se había reducido mucho y apenas había cuatro o cinco personas
esperando y decidimos que merecía la pena añadir a la colección de Manolito
Gafotas este último firmado por su autora. Elvira nos recibió con una sonrisa,
pero entiendo que a esas horas le sobraban todos los comentarios porque aparte
de preguntar para quien iba dedicado, no conseguimos mantener un mínimo
intercambio de pareceres.
Como dije antes si hay que aguardar mucho para
la firma de un libro no suelo quedarme, sólo lo hice el año pasado con Almudena
Grandes. Año tras año lo iba dejando precisamente por lo que se alargaba
siempre la fila de gente que esperaba, pero como es una de mis autoras favoritas
el año pasado fui simplemente con la idea de que esperaría en cualquier caso
para llevarme mi ejemplar de El lector de Julio Verne firmado. Y aguanté una larga espera con un
calor bochornoso pero cuando me tocó el turno resultó muy agradable intercambiar
algunos comentarios, por breves que fueran, con Almudena.
Volviendo a este año. Como la visita del
sábado resultó tan poco gratificante, no tuve más remedio que volver una tarde
de diario (las mañanas deben ser una delicia reservada a los jubilados y a los
no sujetos a horario laboral tradicional). En mi contra llevo el cansancio
acumulado del día y la ventaja inestimable de que la Feria es transitable.
¡Qué placer recorrerla con calma! Aquí me paro
y ojeo, por aquí paso de largo, vuelvo sobre mis pasos, voy a contracorriente,
cruzo al otro lado. Compro mucho menos de lo que me gustaría, porque el
presupuesto no da para más y no me llevo ningún ejemplar firmado, pero he
pasado una tarde deliciosa.
Y como manda la tradición, la visita se cierra
con una parada en la que recuperar los líquidos perdidos, descansar los pies y
por fin, abrir y curiosear cada una de las nuevas adquisiciones, bajo la sombra
de los plátanos.
¡Hasta el año que viene!
Como me gustaría ir. Pero estoy muy lejos.
ResponderEliminarAunque reniegue de que en Madrid somos demasiados para todo, justo es reconocer que también me permite disfrutar de acontecimientos como este fácilmente.
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Me legro mucho que hayas disfrutado.
ResponderEliminarbesos.
Gracias Amapola. Sí, con todos sus posibles inconvenientes, hay muchas oportunidades para poder disfrutarla.
EliminarBesos
¡ Aaaayyy que envidiaaaaaaaa! ( por supuesto , sana ) poder ir a una Feria del Libro tan grande , me encantaría aunque seguro que acabaría rendida y más a estas alturas del Curso pero creo que bien merece una visita aunque no descanse , pero claro ... estoy en el Sur del Sur y nunca mejor dicho , así que me conformo lo que tu nos has contado tan bien contado.Gracias , Jara ! he disfrutado la visita contigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Cómo no voy a entender esa sana envidia, como la que me da a mi cuando alguien vive cerca del mar, por ejemplo.
EliminarLo bueno de este mundillo bloguero es que yo te he llevado por la Feria del libro y tu por las jornadas de Ronda romántica. Un afortunado intercambio.
Besos
qué envidia! me encantaría poder asistir, solamente he ido dos veces en años anteriores y me lo pasé genial
ResponderEliminarbesos
Espero que pronto puedas volver a repetir la experiencia. Realmente es una ocasión magnífica para los amantes de los libros.
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Tiempo en dos versiones:
ResponderEliminar-El del fin de semana, mucho y perdido en enormes colas
-El de los días normales, poquito pero bien aprovechado.
Me quedo con el segundo.
Muy bien resumido María Jesús. Realmente los mejores días para disfrutar de la feria son los de diario, lo que pasa es que no siempre es fácil elegir y otros años, aunque siempre haya más público en fin de semana, no ha resultado tan agobiante como en esta ocasión.
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Bonito itinerario nos has enseñado hoy, por lo menos para las que no hemos asistido, ya no podemos decir que no lo hemos visto.
ResponderEliminarBesos
Te puede servir para hacerte una idea y ver el ambiente que se puede encontrar.
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Buen paseo me he dado por la feria del libro de Madrid aquí sentadita frente al ordenador. En Valencia es en mayo y pasa lo mismo: gente, niños, colas y calor, aunque este año hacía menos. Espero tus críticas literarias con impaciencia.
ResponderEliminarNormalmente la Feria suele empezar a finales de mayo y acabar en los primeros días de junio, creo que nunca la habían celebrado tan tarde. En cualquier caso, siempre hace mucho calor y lo demás: la gente y las colas, inevitables en estos grandes acontecimientos. No queda más remedio que asumirlos.
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Ays, que me gustaría un añito poder hacer este paseo... Pero en mientras disfruto con vuestras entradas!
ResponderEliminarBesotes!!!
A lo mejor un año de estos consigues escaparte un fin de semana, que aunque hay más gente a primera o última hora afloja un poco y no me cabe ninguna duda de que disfrutarías muchísimo, vamos como una niña en una juguetería.
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Que envidia que yo este año no me he podido escapar... qué envidia!!!
ResponderEliminarBesos
¡Qué pena que este año no haya podido ser! Entiendo la frustración, para alguien con tanta pasión por los libros estas oportunidades son una fiesta siempre.
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Cuando vivía en Madrid-Madrid, no me perdía ni una y desde que estoy en las afueras, me las pierdo casi todas pero la tradición sigue en mis hijos que son asiduos. :)
ResponderEliminarMe alegro de que lo hayas disfrutado :)
Besossss
La verdad es que desde la sierra debe dar un poquito más de pereza, pero pudiendo escoger un día de diario y una mañana tranquila y un paseo por el Retiro y quedar con alguien para comer... ¿¡Cómo puedes no venir!? (tono de asombro con su dosis de comprensión correspondiente :))
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Tienes toda la razón del mundo, Jara... (emoticón de cara de vergüenza) pero cada día soy más de campo que de asfalto y el libro que más me atrae en esta época del año es... la Naturaleza y me cuesta salir de entre mis rocas. ;)
EliminarBesos... compugidos.
:( Me da que aquí hay poquitas, y las que hay son pequeñas. Sin embargo, es una delicia perderse en las paradas de libros antiguos -Es en situaciones como esa cuando me convenzo a mi misma que lo digital nunca igualará al encanto del papel...;)
ResponderEliminarB7s
Estoy de acuerdo, Mari. Aunque tengo lector electrónico, me encantan los libros tradicionales, los de siempre, con su papel, sus tapas, sus páginas que pasas adelante y atrás, su olor... ¡y el placer de visitar y recorrer unas casetas con libros! ¡insustituible!
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Envidia me has dado Jara, pero el paseo contigo me ha resultado del todo agradable. "¡Qué placer recorrerla con calma! Aquí me paro y ojeo, por aquí paso de largo, vuelvo sobre mis pasos, voy a contracorriente"
ResponderEliminarBesos :)
Me alegro mucho de que te haya gustado mi intento de compartir con vosotros un cachito de Feria.
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Ni te imaginas la envidia que he estado sufriendo estos días, Jara. Entre unos y otros, verde me he puesto, jeje.
ResponderEliminarBesos,
Pues ya siento haber contribuido a ese mal color, no era mi intención, pero te entiendo porque en tu lugar yo también hubiera sufrido mucho, jajaja.
EliminarBesos
bueno la verdad es que lo tengo cerca pero no suelo ir, no me gustan las aglomeraciones jajaja, aunque creo que es una buena forma de promocionar la lectura.
ResponderEliminarun besote
Los fines de semana sí hay mucha gente aunque creo que este año ha sido el peor de todos. Sin embargo entre semana es una gozada, te puedes mover sin ningún tipo de agobio y a tu ritmo.
EliminarBesos
Yo tampoco soporto las aglomeraciones.
ResponderEliminarDonde hay mucha gente seguro que ahí no estoy.
Besos.
A mi tampoco me gustan nada las aglomeraciones aunque tenga que sufrirlas a veces sin buscarlas.
EliminarBesos
Pues tiene razón Mari, la que se celebra aquí es más bien pequeña. Y mira, estaba buscando imágenes de la misma y he dado con esta foto. O se lo ha leído todo y le ha dado un empacho o es la parada de novela negra, jajajaja...
ResponderEliminarhttp://algunaideacastellon.files.wordpress.com/2012/04/530943_346998695352372_1870103276_n.jpg
Un beso
Jajajaja, Muy buena la foto, creo que me quedo con tu segunda opción: se ha topado con una novela negra realista.
Eliminar¡Muchas gracias por tu contribución a la muestra!
Besos
Dos pequeños paseos me he dado yo este año por la Feria. Uno para visitar la caseta donde firmaba nuestra compañera Miren E. Palacios (su libro lo tengo ya entre los autografiados en mi biblioteca)y otro para asistir a una velada poética, homenaje a un poeta y editor colombiano, fallecido recientemente. Como epílogo a este acto, me topé con la Orquesta Sinfónica Municipal, que estaba deleitando a un amplio auditorio en los Jardines de Cecilio Rodríguez. Doble placer: Música y poesía se encontraron, sin pretenderlo, en una cita tan inesperada como agradable. Ah, me he comprado un pequeño libro, tan original como mágico y encantador. Una delicia. Para chicos y grandes. Se titula "Pequeños besos" y sus autores son Roger Olmos y David Aceituno. Os lo recomiendo, si queréis descubrir un mundo diferente. Un besito, Jara.
ResponderEliminarHola Jara, un poco tarde llego lo siento:), nunca he estado en una feria del libro ya que no me gusta la aglomeración de gente que se monta, pero estoy segura que lo pasaría fenómeno y me dejaría un dineral en libros, y como no si pudiese me iría con todos firmados:), gracias por contarnos tu experiencia de esa tarde entre libros tan bonita aunque te tuvieses que ir si las firmas.
ResponderEliminarBesos.