El alma traigo prendida con alfileres…
No sé desde donde me vienen ahora estas
palabras, no recuerdo donde he podido leerlas, pero siento que
ahora son mías y creo que es la misma pena negra que la desgarra lo que aún la
sostiene. Y quiero gritarla, escupirla y sacarla fuera, que acabe de
desprenderse de una vez para quedarme vacío y así, como un simple envoltorio arrugado y sucio, dejar que el
viento me arrastre sin rumbo ni metas.
Quiero borrar las últimas horas, los últimos
días, quiero quedarme sólo con aquella cara de niña que quiere dejar de serlo,
con tu risa explosiva, con tu cuerpo enfundado en aquellos vaqueros que se
pegaban a tu culo para darle la forma precisa que se ajustaba a mi mano como si
esa fuera su única razón de ser.
Dónde han quedado los versos cursis que te
escribí, las rosas con las que pretendía comprar tu perdón, el peluche del
aquel aniversario. Dónde irán a parar las largas horas de conversaciones y
silencios...
¡A nuestra casa aún le faltan paredes! Las
flores del jardín aún están abriéndose y un montón de adoquines aguardan para
empedrar nuestro camino. ¿Qué voy a hacer con esta cáscara vacía, con
los cascotes de nuestra vida?
Quiero negarlo cien, un millón de veces.
Quiero dormir y creer que despertando va a acabarse la pesadilla. Pero la
oscuridad que me rodea es cierta, el silencio está aquí. Ya me duelen los ojos de no verte, se ha hecho inmenso el hueco de tu voz y miro estas manos absurdas que aporrean las teclas
intentando conjurarte con palabras inútiles y sólo consiguen sacar a jirones recuerdos perdidos...
Las sombras se extienden por la casa
silenciosa. Sólo el resplandor tenue del monitor del ordenador permite
vislumbrar la figura abatida de un hombre, los hombros hundidos, sacudidos por
los sollozos, y las manos inertes sobre el teclado. El tiempo ha perdido su
forma, ha dejado de contar para Fernando. Lleva horas allí sentado.
De repente sus manos vuelven a pulsar las
teclas durante un momento. Se levanta despacio y recoge el recipiente metálico
que había quedado a un lado del escritorio. Con él en brazos se encamina hacia
el salón para sentarse entre la sombras frente a la pantalla oscura del
televisor.
En la otra habitación, sin embargo, la
pantalla del ordenador permanece encendida, y allí, destacando sobre el fondo blanco, las últimas palabras escritas por Fernando parecen temblar ligeramente
al pie del documento:
aquellos versos tan cursis,
Perla de mi joyero,
Azúcar de mi azucarero,
…solo un puñado de cenizas que se cuelan entre
mis dedos.
Sin un solo ruido la pantalla también se oscurece.
Al otro lado de las ventanas, hace rato que
cayó la noche, pero en las calles las farolas siguen alumbrando, un hombre con
andares de anciano pasea un perro y los coches circulan a toda velocidad. Se ve
que hoy algunos tienen prisa, el partido del año está a punto de empezar y quieren
llegar a casa a tiempo.
Tremedamente arrebatador y lleno de Tristeza y soledad bajo la iluminación pausada de la Pantalla del ordenador y la sombra de esos trazos de Letras con tanto significado...Mientras la Vida sigue su curso impasible.
ResponderEliminarAbrazos y besos.
"Las piquetas de los gallos/cavan buscando la aurora..." Como a la Soledad del poema, al protagonista de tu negra historia el presente se le desmorona, aunque soy de las que opinan que las súplicas no llevan a ninguna parte. Así pues, yo cambiaría el "Ne me quite pas" por el "Begin the begin" porque los cascotes de una vida se pueden reunir y volver a montar como un rompecabezas... aunque quede alguna pieza un pelín dañada. Ah! me ha encantado el relato en la forma que lo has expresado. Un beso.
ResponderEliminarMuy bonito y a la vez muy triste. Me ha encantado este fragmento.
ResponderEliminarLa soledad con el ordenador a punto de apagarse, sustituye a la rosa marchita de antaño. Besicos.
ResponderEliminarMuy buen texto, en mi opinión.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHe escrito antes y lo he borrado porque tal y como lo he escrito, he notado que no reflejaba bien lo que me ha transmitido este relato. Me ha dejado triste...Palabras que tocan el alma, que se quedan, que afectan... Mucha soledad... Una soledad que nadie quiere vivir, que no quiero vivir... Da miedo sentirse así, tan solo, tan abandonado...
ResponderEliminarBesotes!!
Hoy Jara se me ha enfriado el café absorta en " …solo un puñado de cenizas que se cuelan entre mis dedos." Eso es lo único de tantos proyectos por cumplir y lo demás soledad y silencio.
ResponderEliminarBesos:)
Estaba preparándome para uno de esos viajes tuyos y me dejas con un puñado de cenizas que se cuelan entre los dedos. Imposible no sentirse reflejado de alguna forma. me ha gustado mucho leerte Jara, más y más talento en este café que nos ofreces. Un beso
ResponderEliminarImpresionante, Jara. Me has conquistado. Imposible no sentir la pena de Fernando, la soledad, la añoranza...
ResponderEliminarUn abrazo
No se qué decir, Jara , a veces , me quedo sin palabras como en esta ocasión , sin embargo , sabes que los silencios también hablan , dicen mucho sin utilizar palabras , este es mi caso , mi silencio de hoy seguro que sabes interpretarlo y entenderlo . Cuando lo que lees te toca el corazón , no hay palabras habladas ni escritas para contestar , solo un silencio que dice mucho.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Me pasa como a muchos que te han comentado. El corazón en un puño, "el alma prendida con alfileres". Mezcla de esta canción de Brel, su "Ne me quitte pas" tan desgarrador, soberbiamente cantada en versión femenina y la tensión contenida de tus palabras... este puñado de cenizas entre los brazos. El peor abandono.
ResponderEliminarMe has dejado tocada.
Un abrazo.
Impresionante y profundo. es verdad que el dolor destroza el alma y sólo el tiempo puede atenuarlo. y, sin embargo, la vida sigue a nuestro alrededor y eso hace que la soledad sea más profunda. Me ha emocionado.
ResponderEliminarAhogado en un mar de melancolía y añoranza.
ResponderEliminarLa atmósfera que has creado junto con la estructura quebrada del texto ha sido un acierto. Buen relato.
La esperanza puede estar en la ventana virtual que puede darle la llave a abrirse a otro mundo.
Besos.
Tanto dolor y nostalgia que no sé que decir pues todo me parece arriesgado para alguien que sufre tanto.
ResponderEliminarCallo pues.
Besos.
Me has tocado la fibra, Jara. Me quedo sin saber qué decir.
ResponderEliminarSi las cenizas son lo que imagino, imagino al hombre deseando con todas sus fuerzas la visita de la Parca.
Un beso bien fuerte
Puff que preciosidad y qué tristísimo, Jara
ResponderEliminarsin palabras
Maravilloso relato con un fondo precioso.
ResponderEliminar¿Qué voy a hacer con esta cáscara vacía, con los cascotes de nuestra vida?
Un beso Jara.
Bueno cuando te encuentras ante tanto dolor las palabras casi es mejor silenciarlas y dar paso a un silencio que a veces auda más.
ResponderEliminarBuen texto Jara.
unos besotess
Entrada bien triste la de hoy, Jara. La carga de los recuerdos y de lo que pudo ser se hace a veces demasiado dura. Por suerte la vida sigue y el sol vuelve a salir mañana...
ResponderEliminarBesos,
Hola Jara, madre mia, al leerte se siente intensamente ese dolor tan profundo que siente Fernando y vivimos cada momento de lo que has relatado como si estuviesemos alli mismo, triste relato pero como suele suceder en ocasiones los silencios son tan dolorosos que hablan mas que mil palabras, aunque a veces sin saberlo tambien nos ayudan, hace mucho una persona me dijo mas o menos esto: detras de una larga noche, no olvides que poco a poco nace un bonito amanecer:)
ResponderEliminarBesos.
¡¿Es tuyo?! Impresionante.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por pasar a tomar este café de hoy que me ha quedado un poco amargo. Gracias por vuestras palabras y también por no saber qué decir, a veces sólo la compañía ya es mucho.
ResponderEliminarOtro día espero que me salga un café con sonrisa, al menos prometo intentarlo.
Besos y abrazos a montones.
:(
ResponderEliminarMe da que sobra el comentario...
Sin embargo paso a saludarte -He tenido unos días liaditos por asunto referido al trabajo.
B7s
ME ENCANTAN ESTOS TEXTOS MELANCOLICOS, CON AÑORANZA DE UN PASADO... SON MI ESTILO. LO ÚNICO QUE TÚ ERES UNA MAESTRA PARA ESCRIBIR. EXCELENTE, MARAVILLOSO...
ResponderEliminarUN BESO QUERIDA AMIGA, MIS FELICITACIONES.
Debía una visita por aquí... Guapa, aprovechando la última entrada que has hecho sobre la Feria del Libro (luego iré para allá), pues... que el año que viene nos veremos allí. Espero que coincidamos firmando el mismo día... Si ya decía yo...
ResponderEliminar¡Bstos Jara!