Una de las primeras entradas que escribí en
este blog fue para desearos feliz año nuevo y la escribí en septiembre. Como
explicaba entonces, en mi niñez no acababa de comprender que los años se
contaran de enero a diciembre, porque para mí claramente empezaban en
septiembre y terminaban en junio, con esa pausa del verano que se sitúa en
tierra de nadie. No fue premeditado pero es evidente que tampoco fue casualidad
que este blog empezara su andadura precisamente en ese mes. Y ahora llegamos al
final del curso, digo… del año, sin embargo no voy a hacer balance, aunque como sigo aquí voy a suponer que es porque el blog “progresa adecuadamente”.
Noche de San Juan de 2011 |
El caso es que sigo sintiendo que de alguna
forma el solsticio de verano, este día tan significativo en todas las
culturas y civilizaciones y esta mágica noche de San Juan con sus hogueras marcan una frontera que mi subconsciente reconoce de
forma instintiva, como si tuviera un calendario interior más fuerte que el
convencionalmente reconocido.
Que los cursos escolares sigan esta pauta
tampoco es una casualidad, ¿quién es capaz de rendir en condiciones a altas temperaturas?
Yo desde luego no. De manera que acabado el año toca enfrentarse a este
territorio de nadie que es el verano, y aunque aún conserva en lo profundo
cierta connotación de tiempo feliz, vestigio sin duda de la infancia, para mi
es como la travesía del desierto con el breve respiro del oasis vacacional.
Si tuviera que expresarlo mediante una formula
matemática yo diría que la Soportabilidad del verano es directamente
proporcional a las vacaciones disfrutadas. De tal forma que si utilizamos como
base temporal para medir el verano el periodo común de apertura de las
piscinas, es decir, de 15 de junio a 15 de septiembre = a 90 días, y suponiendo
que dispongamos de 30 días naturales de vacaciones, podríamos establecer como
aceptable una soportabilidad mínima de un 33 %, por debajo de esas cifras creo que el riesgo
para nuestra salud física y mental es muy alto. En el caso de los niños en edad
escolar, los porcentajes no deberían bajar del 90% y de momento parece que esto
aún no es materia a analizar por un consejo de sabios, afortunadamente.
Después de este intento de racionalizar mi
tirria veraniega me siento más respaldada para decir que a mi cualquier
porcentaje por debajo del 100 % se me queda corto porque además no siempre
consigo llegar a ese mínimo tercio que yo misma recomiendo. Directamente
declararía incompatible el verano con el trabajo. Como eso no hay reforma
laboral en la que calzarlo, agacho la cabeza y me dispongo a sobrellevarlo
reuniendo toda la buena voluntad del mundo.
Entendedme, Madrid en verano es un horno,
la boina de contaminación no nos
abandona en ningún momento, el cuerpo sufre cambios bruscos y continuos de temperaturas
cada vez que pasa de un interior climatizado a un exterior recalentado.
Intentar dormir por las noches se convierte en una odisea, si no es el calor el
que lo impide son las voces y risas de aquellos que salen a tomar el fresco al
parque al que dan las ventanas del dormitorio. Y justo cuando tú estás a punto
de coger el sueño, entre las 12:30 y la 1 de la mañana es cuando ellos se
instalan con sillas y mantas, niños y abuelos sobre el verde, a disfrutar de la
noche veraniega sin consideración ninguna a los desafortunados a los que les
sonará el despertador en el mejor momento del sueño, cuando por fin, el fresco
de la madrugada y el silencio, lo hayan hecho posible. La lista de
inconvenientes que le encuentro al verano podría ser mucho más larga pero creo
que con esto ya sirve para hacerse una idea de lo que pienso de él.
Sin duda el verano tiene cosas buenas aunque para
mí se reduzcan a ese mínimo porcentaje vacacional en el que puedo disfrutarlas y también
merecen que se hable de ellas, pero como de momento me queda un buen porcentaje
de insoportabilidad veraniega antes de que lleguen voy a dejarlo para otro día
en el que me sienta más predispuesta a
cantarles las alabanzas.
Para los que vivís en la costa, en el campo, para los que pueden disfrutar de un porcentaje de soportabilidad superior al 33% o
para todos aquellos que simplemente disfruten en cualquier circunstancia del calorcito:
¡¡a disfrutar del verano que comienza!!
Y para aquellos que como a mi no os guste el verano... también. Que esta noche de San Juan sea el comienzo de un feliz verano para todos.
Si tengo que elegir me quedo con el invierno. Pero también es que por aquí el invierno es muy suave, así que hago algo de trampa... Eso sí, la playa me encanta. Y como la tengo, la disfruto mucho. Pero como decía mi abuela, el verano... Para los ricos!
ResponderEliminarBesotes!!!
A la orilla del mar aunque no estés de vacaciones, el verano tiene que ser otra cosa. Esa oportunidad de ir a la playa, aunque sea para dar un paseo, ¡qué envidia! sin duda debe ser mucho más llevadero. Claro que en invierno también me encantaría estar cerca de la playa, para que te voy a mentir, jeje.
EliminarBesos
Lo siento, amiga, yo soy proverano 100%. Me parece que ya lo he dejado dicho por aquí en otro comentario. Con el invierno me arrugo y me hago más pequeñita de lo que soy (1'55, aprox. y tirando por lo alto). Sí, es verdad, reconozco que nuestras calles en los meses de julio y agosto se pueden convertir en auténticas sartenes, y que el oxígeno se reduce hasta límites insospechados... pero, prefiero los achicharramientos a las congelaciones. Las noches de verano son lo más parecido a esos paraísos terrenales que se nos cuentan en algunos libros de Historia. Bajo techo o al raso, me da igual. Adoro las noches de verano. Y dejo para el final, lo más importante: Lamento decirte que tu blog no "progresa adecuadamente". No. Este saloncito, en donde se consumen los más variados sabores de café recién tostado, es de auténtico SOBRESALIENTE. Y no te doy la nota máxima porque soy una exigentona y sé que aún vas a superarte y a ofrecernos nuevos y sorprendentes espectáculos literarios, musicales, fotográficos... Un besazo y el mejor de los veranos para ti.
ResponderEliminarEs evidente que aquí discrepamos cordialmente. Esas noches tórridas de Madrid, ni al raso ni bajo techo las quiero, jaja.
EliminarSi me pongo tiquismiquis también podemos discutir sobre las notas, que no era mi intención, ciertamente, sino expresar más bien cierta sorpresa ante el hecho de que esto parece seguir su marcha. Pero he decidido que no voy a discutirte ¡ea!, aunque te hayas pasado algún pueblo voy a hacer la vista gorda por esta vez y a agradecerte tu buena disposición hacia el café que va saliendo en este rincón.
Besos
Me gusta el calorcito del fuego en invierno pero prefiero el calor del verano ... sin pasarse. Tu blog es una delicia que enriquece este mundo por el que todos vamos caminando, cada uno a su paso y a su manera. Seguiremos haciéndonos compañía mientras charlamos.- Besicos.
ResponderEliminarEs que no es lo mismo Madrid que el Pirineo, ni para el verano ni mucho menos para el invierno. Sobre todo este año que está costando que el sol caliente.
EliminarDe todas formas creo que yo estaría muy a gusto por allí arriba. Me encanta ir de visita a tu blog, porque disfruto muchísimo con las fotos de Jaca y de Lanuza, con las estampas de nieve y las montañas, con tus palabras a veces sencillas y a veces tan sabias, siempre francas.
Seguiremos, espero que por mucho tiempo, haciéndonos compañía, yo estoy encantada.
Besos
Yo también soy proverano: me encanta el calor.
ResponderEliminarEn el campo el verano debe ser más llevadero y una oportunidad para pasar más tiempo al aire libre, en tu huerta y con tus plantas, y después descansar bajo una sombra fresca. Creo que ese verano también lo sobrellevaría un poquito mejor.
Eliminar¡Disfrútalo que parece que ya va en serio!
Besos
bueno, si vives en Madrid, lo bueno, imagino que lo será, es que no hay trafico, ni tanta gente , ni tanta masificación, supongo, lo malo, el calor recalentado del asfalto, lo bueno, meterte en una bañera con cubitos de hielo.
ResponderEliminarQue te sea leve y disfrutes de tus merecidas vacaciones¡¡¡Besos¡¡¡
En tiempos, sí se notaba mucho el bajón en agosto, pero cada vez hay menos diferencia y al final la gente acaba concentrándose en los mismos sitios.
EliminarBesos
feliz verano, Un beso.
ResponderEliminarPssst, hay un truco que no falla: te pones un collar pero al revés, con un cubito, de modo que te pille en la espalda, verás, verás, jajajajaja
ResponderEliminarNo, en serio, ya lo comentamos aquí mismo hace poco, creo recordar: el calor intenso + humedad costera = sello de correos andante.
Con respecto al blog y el balance astronómico del solsticio, yo diría que va con velocidad de crucero, es decir, casi sólo. Ello ocurre cuando el blog es una plataforma personal en la que poner cosas bonitas cuando se te ocurren, apetece y encima el tiempo está de tu parte. Aquellos bloggers que llegan a ser esclavos del "post" y de los "comments", acaban pronto hasta las narices: la red está llena de fósiles virtuales (blogs abandonados). Sigue así.
Un beso
Reconozco, para que no haya malentendidos, que el calor húmedo y pegajoso tampoco me gusta. Cuando llego a la costa también me cuesta un poco adaptarme a la humedad, pero supongo que como en mi caso, ir a la playa = vacaciones, me cuesta menos olvidar la incomodidad o pesa más en la balanza el placer que supone estar de vacaciones.
EliminarEn cuanto al blog, te agradezco tus palabras. No era mi intención hacer un balance sino que de repente caí en la cuenta de que al final del curso y aunque no siempre lleve el mismo ritmo, aquí sigo. Y una cosa es bien cierta: tiene que servir para disfrutar con él y con todos vosotros, sin día fijos de visita y pudiendo hacer que cualquier día sea jueves.
Besos
El verano no está hecho para trabajar y pasarlo en la ciudad (y menos en el horno de Madrid). En esto estoy completamente de acuerdo contigo. Está hecho para tumbarse a la sombra y en la sierra, cerca del agua y con un café con hielo en la mano ;)
ResponderEliminarEn cuanto a la nota de tu blog: ¡qué contentos estarán en tu casa! no te hace falta esperar a septiembre para saber si pasas de curso. ;) Aprobado alto. Nada de "necesita merendar". Enhorabuena. Es un placer tenerte de compi de pupitre.
Besotes serranos con sonrisas.
¡Ay, ese café con hielo en la sierra! Eso sí es disfrutar de una sobremesa veraniega. Y de las noches frescas bajo una colcha o incluso la mantita. Y asomarse recién levantada y respirar el aire recién lavado de la mañana. Sin duda ese verano lo firmaría ahora mismo.
EliminarLo mejor de este curso bloguero es que lo de menos son las notas o plantearme si hay algún otro objetivo que cumplir, más que el de venir por aquí de vez en cuando a tomarme un café y compartir pupitre con gente como tú. El placer es mutuo y espero que dure muchos más cursos sin necesidad de graduarnos en nada.
Besos
Hola Jara, esta claro que con los calores del verano no hay dios que pueda trabajar, pero al no ser millonarios no tenemos mas remedio que hacerlo y eso los que tengan la suerte de tenerlo, yo estoy en zona de costa y si te digo la verdad el calor se hace insoportable de tanta humedad y siempre estar sudando, luego esta como tu dices esos cambios bruscos de cuando sales de los comercios y luego al salir a la calle tortazo de calor que te llevas, el cuerpo con tanto cambio va loco y bien loco, me gusta el verano por su luz y esa alegría que ves en todos los sitios, poder pasear por la orilla de la playa, pero nada mas, yo prefiero el tiempo de la Primavera y Otoño:)
ResponderEliminarA lo que dices de la nota del blog no creo que sea progresa adecuadamente, si no un sobresaliente y por mucho, encantada de seguirte:)
Besos.
La conclusión está clara, el problema del verano es que es incompatible con el trabajo y que no nos queda otra que aguantarlo como sea. Yo también llevo fatal el calor y la humedad juntos, aunque normalmente en mi caso van asociados a las vacaciones y así es mucho más llevadero.
EliminarGracias Piruja por tu compañía, me encanta compartir café y charla contigo. Lo único que le pido al blog son ratos como estos.
Besos
Pues a mi el verano no me ha gustado nunca, excepto los años que viví en Madrid y se quedaba vacío y salía de casa por la tarde a sentarme en una terraza (nunca me gustaron hasta ese momento) y tomar algo frío en mitad de una acera con carreteras sin coches. Pasé años cumpliendo ese ritual que me hacía sentir bien
ResponderEliminarBesos
PD. Lo sigo haciendo cuando tengo ocasión
Hoy se suponía que no tocaba hablar de las cosas buenas del verano, pero ya que lo has puesto sobre la mesa, toca reconocer que uno de los placeres veraniegos es tomarse una cerveza bien fría a la caída de la tarde, casi noche, en una terracita. Aunque yo las prefiero lejos de los coches y a ser posible en un parque. Cada vez es más difícil encontrar ese Madrid sin coches en verano, ni siquiera en agosto. Ya casi nada cierra por vacaciones y la gente cada vez sale menos días fuera.
EliminarBesos
En mis años de juventud me gustaba el verano, luego con los años cambian los gustos. No me gusta pasar calor ni de vacaciones, osea, que en verano no me gusta ni viajar. Tampoco me gusta Madrid en verano.
ResponderEliminarTu blog a sido todo un éxito por lo agradable que resulta pasar por él. Por algo me hice seguidora tuya nada mas verlo.
Besos y feliz verano.
Eres de las mías. El calor lo llevo mal siempre, pero si estoy de vacaciones lo soporto con mejor humor y viajar me gusta siempre, aunque el verano tampoco es la mejor época para hacerlo.
EliminarTu medalla a la primera seguidora de este blog la tengo muy presente. En ese momento tan incierto y con tantas dudas sobre el jardín en el que me estaba metiendo, fue una gran ayuda, como lo sigue siendo cada visita y cada rato de charla contigo. Muchas gracias, Rafaela.
Besos
No me gusta el verano, después de la juventud claro jajajaj no me gusta el calor ya que adoro el otoño, mi estación favorita.
ResponderEliminarMadrid en verano es un asco, bueno ya casi no se cuando no lo es, con esos 40 grados que soportamos a diario, cada vez me gusta menos esta ciudad a la que tanto quise.
Bonito post jARA.
UN BESOTE
Madrid, calor y trabajo, dan un resultado que deja mucho que desear. Hay que buscar mucho para encontrarle algún encanto pero con un poco de esfuerzo puede llegar a conseguirse.
EliminarBesos
Mi estación preferida es la primavera, aunque todas tiene su encanto, el verano para pasarlo en las playas del norte ideal...
ResponderEliminarBesos y feliz verano
Estoy de acuerdo contigo en lo de las playas del norte, ¡me encantan! Habrá que hacerles una visita este verano :)
EliminarBesos
Hola amiga Jara ! a mi tampoco me gusta nada el verano , tal vez lo único que me gusta es porque hay más horas de luz pero por lo demás ... prefiero cualquier otra Estación menos esa y como encima no se puede ir una ni de vacaciones pues... pero nunca me gustó el verano porque el calor y yo somos incompatibles del todo . Mis vacaciones de verano son irme a Ronda , a mi casa y ya con eso... porque allí también hace bastante calor , tiene un clima muy parecido a Madrid solo que no tiene tanta gente , creo que vamos ya por 41 mil habitantes , que tampoco está mal , va creciendo muy aceleradamente .
ResponderEliminarMe tomo contigo un café con hielo para mitigar el calor que ya empieza! Un abrazo grande .
¡Marchando dos cafés con hielo! Nos ayudarán a pasar el mal trago del calor y aunque no puedas ir de vacaciones espero que puedas hacer alguna escapada a la costa desde Ronda. Yo la conocí haciendo el recorrido en sentido inverso, subiendo desde Torremolinos y aunque recuerdo muchíiiisimas curvas creo que no tardamos demasiado.
EliminarBesos
Este año ha empezado bien aquí.
ResponderEliminarTodavía las noches son fresquitas.
A estas alturas otros años ya era necesario el aire acondicionado para dormir.
Y la previsión del tiempo augura otra semana como mínimo de noches fresquitas.
Por el día no hay problema.
El mar permite llevar bien la calor.
Que pases buenas vacaciones.
Besos.
Afortunadamente para los que no somos entusiastas del verano, este año aún no se ha hecho notar. Por aquí se duerme todavía muy bien y los mediodías aún son llevaderos.
EliminarA mí la humedad sumada al calor también me molesta mucho, pero si puedes acercarte al mar y disfrutar de un baño o un paseo, compensa.
Para las vacaciones aún me queda sufrir un poquito y seguiré por aquí dando un poco de lata, eso sí, con café.
Besos
;)) Me da que, de momento, tenemos un inicio de verano muy suave -que así siga-, espero que la canícula no se desplome como en años anteriores.
ResponderEliminarJara, te deseo un feliz verano, me da que hay que aprovechar con alegría cualquier estación del año...Pronto estaremos celebrando la llegada del otoño...;))
B7s
De momento este año estoy contenta porque estando julio ahí mismo aún no he empezado a sentir la molestia del verano. Aunque reniegue de él también el verano tiene sus buenos momentos y los disfruto. Algún día de estos tocará hablar de ello, seguro.
EliminarBesos
FELIZ VERANO AMIGA!!! A MI TAMPOCO ME GUSTA PERO BUENO... CAMBIAR DE ESTACION HACE BIEN, UNO SE RENUEVA...IGUAL PREFIERO EL FRESCO DEL OTOÑO.
ResponderEliminarBESOS GRANDES.
A mí también me gusta que las estaciones vayan cambiando, en realidad en todas encuentro algo que me gusta, aunque prefiera el otoño o incluso el invierno.
EliminarBesos