Ya creíais que se me había olvidado o que me había
arrepentido ¿verdad? Pues no. Tentada he estado, pero prometí hablar de mi afición a la
reconversión y lo prometido es deuda.
Quería yo dejar patente los patinazos de mis
neuronas con la dichosa palabrita y temo haber generado una curiosidad que
ahora no se vea correspondida con la vulgar realidad. Vaya por delante que si
defraudo vuestras expectativas la culpa es sólo de la neurona que estaba de
guardia ese día. Hecha esta necesaria aclaración y tras someter el tema a
debate entre todas mi neuronas activas en este momento (pocas, la verdad, que
voy dejando una parte en barbecho para que descansen y se revitalicen) la
conclusión es que a pesar de que en este contexto suena un poco estrambótica la
palabra, es la que mejor calza con lo que quiero contaros. Aún así y para no
correr el riesgo de patinar de verdad he recurrido a la fuente más fiable, el
diccionario de la Real Academia Española que dice así:
RECONVERSIÓN
Quizá establecemos una primera asociación del
término con su segunda acepción, pero la primera ampara completamente mi elección. Podría haber utilizado otros
términos que cobijasen mis tejemanejes, como reciclaje o trabajos manuales. Pero
creo que aunque tienen mucho en común y dentro de esta etiqueta genérica de
aficiones (si continúo adelante con ella) posiblemente también dedique alguna entrada
a otros trabajillos que caen más en la órbita de esas definiciones, hoy quería
empezar por esta específica de la reconversión.
Porque de eso se trata mayoritariamente, de
tomar objetos que han dejado de ser útiles en su primer cometido y transformarlos
en otros, dándoles una nueva utilidad. A veces, muchas, el cambio es meramente
estético, en otras puede resultar más radical y también puede tratarse de tomar
distintas partes o piezas que desgajadas de su anterior ubicación sirvan para obtener
un objeto nuevo que nada tiene que ver con su primera función. Es decir,
reconvertir o transformar unos objetos creados con un fin para el que ya no sirven
en otros con fines distintos.
Seguro que si os cuento casos prácticos los entendéis
mejor. Veamos, si tomamos un portarretrato o el marco de un
cuadro que ha dejado de gustarnos o que hemos heredado y no queremos deshacernos
de él pero no nos gusta tal como está y lo pintamos a nuestro gusto para seguir
usándolo con el mismo fin, eso es reciclar. Sin embargo, si vamos a una
tienda y compramos un marco nuevo de madera sin tratar y lo apañamos a nuestro
gusto con unas pinturas, unos pinceles y algún otro detallito, entramos de lleno
en los trabajos manuales. Por otro lado, si tomamos un tarro de lecitina de
soja (por decir algo) de aluminio o similar y en vez de reciclarlo sin más para guardar los
garbanzos le hacemos un apañito y cuando lo tenemos guapo lo usamos para tener
controlados los mandos de la tele o las cucharas de madera en la cocina
entonces lo estamos “reconvirtiendo” en un objeto distinto con una nueva
utilidad.
Hay muchos objetos que sin estar
rotos han dejado de sernos útiles como tales, como unas estanterías que acaban
apartadas porque el niño se ha hecho grande y requiere otra habitación, o una
camisa a la que se le han gastado los puños o los codos y no está en
condiciones de llevar a ningún sitio para reutilizarla, pero los botones, ¿qué
me decís de los botones? Yo antes de tirar una prenda a la basura se los quito
y los guardo porque seguro que un día me vienen bien para reemplazar a otros. Cortinas, colchas o pantalones, nunca se sabe
cómo o cuándo pueden tener una segunda vida útil, transformados en fundas de
cojín, cabecero de cama, bolso o pantalla de lámpara. Cajas de cartón, porexpan
de relleno, un recorte o listón de madera, cuerdas, cintas y cables,
cinturones, cualquier pieza con un viso de utilidad posterior como tiradores o
ruedas… Seguro que muchos de vosotros también tenéis unos cuantos trastillos de
lo más variopinto guardados… por si acaso.
Bueno, pues a mí, aparte de la utilidad práctica
que puedan tener algunas piezas de recambio, me gusta reconvertir objetos viejos o que han perdido su utilidad original y darles un nuevo uso, aunque sea meramente decorativo. Como esta idea de traerlos al blog surgió con
el patinazo de una neurona, me he encontrado con que no me va a resultar tan fácil
mostraros buenos ejemplos de mis tareas, ya que no tenía por costumbre dejar documento gráfico del proceso o del resultado y en muchos
casos no tengo fácil fotografiarlos ahora. Pero como yo solita me he metido
en el lío, algo tengo que ofreceros como ejemplo de que no me estoy marcando un
farol.
Dadas las circunstancias le ha tocado abrir el
desfile a una botella de whisky, que es lo que más a mano tenía para la
ocasión (y no quiero mal pensados) Además es fácil encontrar en internet una
imagen de la botella original para que podáis apreciar la reconversión que ha
padecido.
Una vez disfrutado su contenido podemos sencillamente tirar el "casco" al contenedor verde, pero yo no podía dejar de pensar que esas curvas tan atractivas merecían mejor destino, que algo se podría hacer con ellas para darles nueva vida. Arrumbada en un rincón se quedó acumulando polvo durante casi dos años antes de que primero decidiera qué hacer con ella y después encontrara el momento para llevar a cabo la idea. En esto, como con las lecturas, mi lista de espera es casi tan desastrosa como la de la Seguridad Social.
Y este fue el resultado: Botella de whisky convertida en objeto decorativo. ¿Os gusta?
Pues sólo se trataba de esto. Como veis nada extraordinario y que seguro que muchos practicáis de forma habitual sin tanto nombre pomposo.
¡Espero no haber defraudado demasiado vuestra curiosidad!
¡Ala! Qué bonita te ha quedado! Pues no me has defraudado nada. Al contrario, me has sorprendido y mucho!
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias Margari, mis neuronas y yo levantamos el ánimo que ya me parecía a mí que las había dejado un poco descontroladas, jajaja.
EliminarBesos
O=h, me encanta, me encanta, me encanta!!!
ResponderEliminarNada menos que una Menina, con lo que me gustan
Chica, qué artistaza
Besos
Tengo alguna que otra Menina todavía rondando por la cabeza buscando ubicación. Si consigo acomodarla en condiciones presentables la traeré a tomar un café :))
EliminarBesos
Que bonito. No soy habilidosa y admiro los que tenéis imaginación y mano para estas cosas.
ResponderEliminarYo creo que tengo más imaginación que mano, pero le pongo toda la buena intención que puedo y me entretiene muchísimo.
EliminarBesos
ostras que guapa te ha quedado la botella, ajjaja estoy pensando en pedirle a mis colegas que me pasen unas y hacerles unos diseños heavys, una bonita reconversión ejej
ResponderEliminarBesotes de puente
Me encanta que se te haya encencido una bombillita con tus diseños, seguro que te quedarían geniales. ¡¡Quiero verlas después!!
EliminarBesos
Te ha quedado preciosa!! me encanta... hace años practicaba muchas manualidades pero ahora las tengo un tanto abandonadas, viendo tu botella dan ganas de ponerse de nuevo a ello
ResponderEliminarBesos
Yo he pasado por diferentes fases con altibajos, ahora estoy en plena ebullición y tengo muchas cosas en la cabeza, a lo mejor dentro de un tiempo baja el entusiasmo, aunque de una forma u otra siempre me traigo algo entre manos.
EliminarEspero que te animes a retomarlo. Ya me contarás.
Besos
La botella lo merece y ahora cualquier licor sabrá mejor, aunque sea agua solamente. Besicos.
ResponderEliminarLa botella tiene unas formas muy bonitas y creo que como decoración tampoco tiene mal destino.
EliminarBesos
Preciosa actividad de reconversión.
ResponderEliminarHablando de reciclaje: ayer vi un vídeo sobre la isla de los plásticos del Pacífico que revuelve las entrañas. O nos ponemos las pilas ya o nos cargamos esta Tierra que es la única que tenemos.
Besos
El atractivo de lo viejo, una segunda oportunidad, ver más allá de la apariencia... y de paso tener mente y manos ocupadas.
EliminarNo es tampoco mal objetivo reducir el nivel de nuestra basura, realmente puede ser un gran problema. Lo de los plásticos y la porquería que el mar no puede tragarse es una barbaridad. Yo también espero que nos pongamos las pilas pero creo que una gran mayoría no es consciente del peligro.
Besos
A mí me gusta más con whisky.
ResponderEliminarMucho más.
:P
No esperaba otra cosa de ti Toro y así entre nosotros te cuento que a mí también. Pero una vez ventilado el contenido sigo pasando un buen rato con el continente, jajaja.
EliminarBesos
Claro, algo debo haberme perdido en el proceso de anunciar una reconversión pero el resultado es espléndido. Chica, qué maravilla, otro talento oculto. Me parece una defensa soberbia la del término y diferenciación respecto a otras acepciones próximas. Tengo una amiga que también hace reconversiones y quedan de lo más resultonas, ole las artistas.
ResponderEliminarBesos
PD: Chirbes no es moco de pavo, no sé si sabes que Crematorio es precedente de En la orilla aunque están imbrincados no es la misma historia. Sea como sea espero que disfrutes la lectura (yo la tengo pendiente!!!)
Bastante has tenido con tus historias para estar pendiente de los desbarres de mis neuronas pero me alegro de que hayas llegado para sumarte al café de la reconversión. Ya esperaba yo el entendimiento contigo en torno a la palabra porque a ti también te gusta hacer equilibrios en la misma cuerda y por cierto creo que tu adjetivo es todo un acierto, me ha gustado lo de resultona para mi botella. Lo de artista sin embargo no me lo cuelgo que se me queda más bien grande, Mis reconversiones son muy de "andar por casa".
EliminarP.D. De Crematorio vi la serie de TV y fue la que me descubrió al autor. Tengo intención de leerla también pero en la pasada feria del libro vi esta otra y me pareció buena idea empezar por ella. La he empezado hace un par de días y unas pocas páginas han bastado para decidir que me encanta como escribe este hombre.
Besos
Que lastima que ese recipiente de licor 12 años viejo, termine por ser receptor de meninas.
ResponderEliminarDe cualquier manera es mejor tu bello trabajo, que el terminar en un maloliente contenedor junto a sucias botellas de vino rancio.
Un abrazo.
El preciado licor fue bien saboreado y disfrutado como se merece: solo, sin hielo, buen compañero de agradables charlas o de grata soledad.
EliminarPero... una vez terminado, el recipiente también me ha hecho pasar algún rato entretenido y ahora se luce entre otras botellas para dar lustre a un rincón.
Besos
jajajajajaja, SI ME PERMITES EL ATREVIMIENTO, JARA...lo prefiero con ese color casi divino que le proporciona el UISGHE BEATA, o Whisky, vamos. Pero aún y así, reconozco que te han quedado bordadas: me parece una muy buena manera de adornar esas botellas que, muy a menudo, tienen una forma muy chula. Y mejor así, ya me había figurado yo que te habías reconvertido al post estilo ranchera, jajajajajajaja...
ResponderEliminarUn besazo!!!
No puedo por más que alabarte el gusto Valaf, el color ambarino del preciado liquido es divino, sólo superado en divinidad por su aroma y sabor, jajajaja.
EliminarYo también la prefiero a estrenar y vaciarla con calma y disfrute, pero oye, una vez vacía... le evito el mal trago de verse rebajada a compartir contenedor con vulgares botellines de cerveza, jajajaja.
Besos
Con la reconversión todo adquiere un nuevo sentido. Yo prefiero la botella, la verdad, como objeto decorativo. Ha quedado muy bonita..Besos,
ResponderEliminarAlgunas de mis reconversiones han tenido un fin muy práctico y útil y además lo he pasado bien haciéndolo.
EliminarMe alegra que te haya gustado el resultado de ésta. No soy una experta, ni muchísimo menos, pero me lo paso estupendamente desde que se me ocurre la idea hasta que la llevo a la práctica y veo el resultado.
Besos
Pues te ha quedado preciosa, la verdad que con cosas tan simples como una botella , se pueden hacer cosas preciosas, tienes unas manos de oro. Mil besicos cielo
ResponderEliminarGracias María, me alegro de que te guste. Es cierto, lo simple puede acabar resultando hermoso.
EliminarBesos
;))) Jara, te cuento que de niña me aficioné a rellenar las botellitas de cristal más bonitas que encontraba por casa con tizas de color...;P...¡¡Quedaba precioso!! -Te cuento que algunas de ellas las tengo adornando el mueble del salón...;)))
ResponderEliminarB7s
hola a mi también me gusta reconvertir mis cacharros o como yo suelo decir tunear jeje, te ha quedado preciosa, yo también tengo una botella como esta en espera, quiero decorarla con mosaicos, no se como quedará chao
ResponderEliminarHas estado "enfrascada" en un tarea que ha dado un resultado espectacular
ResponderEliminarHola Jara, esta muy bien lo de reciclar o convertir los objetos en vez de tirarlos, y la verdad que la botella de por si ya es bonita y con las meninas te ha quedado fenomenal, me gusta el resultado y ya veo lo artista que estas echa, felicidades:)
ResponderEliminarBesos.
¿ qué no es nada extraordinario ? Pero si es preciosa !! Casi me dan ganas de comprar una, emborrachar a alguien para vaciar su contenido y hacerme una igual...me encanta, estás hecha una artista !!!
ResponderEliminarBesos !
Desde luego que sí. Los usos que le podemos dar a las cosas con un poco de imaginación.
ResponderEliminarBss.
me encantaaaaa!!! y Sí, me dedico también a la reconversión de vez en cuando :-D Un besote!!
ResponderEliminarMaravillosa reconversión con mucho ingenio y arte.
ResponderEliminarMe ha encantado tu idea y ha quedado idónea para poner como adorno en cualquier lugar.
Abrazos y Besines.
Vaya con la reconversión, Jara. Me dejaste Menina perdida ;) Y es que no sé por qué me imaginé que tu reconversión era algo metafísico y nos traes estas botellas ¡elegantísimas! pintadas con dibujo precioso y un pulso que más quisiera un maestro relojero.
ResponderEliminarEnhorabuena, Jara. Por tu arte, tu tesón. Y porque siempre serás feliz, al reinventarte cada día. Mira por donde, sí que había mensaje metafísico :)
Un abrazo.
Esta si que es una buena reconversión!!!
ResponderEliminarLa botella se ha convertido en un objeto digno de contemplar Jara. Esas meninas españolas lucen de maravilla en la botella de whisky escocés:))
Un beso.
Una buena manera de reutilizar es reconvertir. Una simple botella y te ha quedado preciosa, eso si, un trabajo de mucha paciencia.
ResponderEliminarBesos.
Buena reconversión, sí, señora. Te ha quedado muy elegante.
ResponderEliminarYo también hago muchas cositas reciclando, me relaja. Pero las botellas bonitas, me limito a rellenarlas... de limoncello casero :D... o de conchas diminutas.
"Jara o la cajita de sorpresas". Sigue disfrutando. :))
Besos.