Piensas
otoño y piensas en bosques, piensas en tono dorado y se inunda la nariz del
intenso olor de la tierra húmeda y oscura y aligeramos el paso llevados por la
misma brisa fresca que en poco tiempo hará bailar a las hojas caídas. Podemos
cerrar los ojos, decir otoño y pensar que ese bosque se abre ante nosotros,
podemos… durante un rato, pero lo
cierto es que no dejará de ser un ensueño, pocos tenemos la suerte de contar
con un bosque en la puerta de casa. Una gran mayoría, entre la que me
encuentro, sólo podemos aspirar a un otoño urbano, atrapado entre el asfalto y
los coches.
Ese es mi otoño y este otoño que oficialmente acabará en la madrugada del próximo lunes, es el que os traigo hoy para despedirnos de él.
Ese es mi otoño y este otoño que oficialmente acabará en la madrugada del próximo lunes, es el que os traigo hoy para despedirnos de él.
A
lo largo de estos dos o tres meses he intentado, literalmente, atraparlo al
vuelo, sobre la marcha, camino del trabajo, de vuelta de él, mientras iba a
comprar o a dar un paseo. Si hacemos un esfuerzo, quizá deba ser un gran
esfuerzo y no baste uno pequeñito, pero si estamos dispuestos a hacerlo, entonces
es posible que lleguemos a encontrarle una pizca de encanto a este otoño
urbano. O tal vez no sea del todo propio hablar de encanto en este caso, porque
lo que a veces he buscado o intentado y otras ha resultado en un azar
imprevisible, es la imagen un tanto
deforme y surrealista del otoño en la ciudad. Un otoño en vertical, un otoño
reflejado, un otoño arrastrado y aplastado, y a veces, casi sin esperarlo, un
destello de luz, un rincón sorprendido.
Acera
y calzada, ladrillo, cemento y cristal, coches, autobuses y motos, rodando o
aparcados, pedacitos de tierra y verde en parterres y filas de árboles que como
soldados disciplinados se alinean bordeando las calles. Acacias y plátanos
principalmente que se alzan buscando el cielo entre altos edificios sin espacio
para desparramarse a sus anchas. Son casi
los únicos que nos ofrecen este simulacro de otoño y muchas veces ni siquiera
reparamos en ellos enfrascados en
nuestros pensamientos, caminando deprisa, esperando impacientes en los
semáforos… ¿Dónde
nos aguarda el otoño en esos momentos?
Os propongo un pequeño esfuerzo para que lo descubráis en estas fotos en las
que he intentado atraparlo al paso. El reflejo del otoño que se queda
enganchado en las cristaleras de los modernos rascacielos, en los escaparates,
camuflado entre los anuncios del mobiliario urbano, en los retrovisores de las
motos y los parabrisas de los coches. En días suaves y claros deslumbrándonos
en la quieta superficie de una fuente y en los siseantes días de lluvia, brillando
en las chorreantes hojas.
Hojas
caídas que van punteando el otoño en las aceras, amontonadas en los rincones,
bailando al son de los coches que pasan veloces por la calzada, aplastadas y pisoteadas
por cientos de apresurados pies, naufragando en fangosos charcos… que a veces sin darnos cuenta nos
hacen un guiño especial.
No
era mi intención buscarle la mejor pose a este otoño de ciudad, si no tomarlo desprevenido,
mostrarlo en el ajetreo de las calles comerciales, en las prisas por llegar al
trabajo. Así ha salido muchas veces un otoño movido, desenfocado, en ángulos
extraños, llevado por el azar de la cámara del móvil disparada de cualquier
forma. Muchos disparos fallidos y borrados, pero también muchos azares
venturosos. A veces se ha hecho imprescindible parar y, a riego de ser tomada
por loca de remate, encuadrar y disparar, incluso debajo del paraguas, haciendo
equilibrios con el móvil, menos mal que en estos tiempos la gente fotografía
hasta lo más absurdo sin despeinarse. El vídeo que os dejo hoy es vivo ejemplo
de ello, sin duda alguna.
Aunque,
climatológicamente, ya nos hayamos metido en el invierno, aprovechemos para
echarle un último vistazo al otoño y despedirnos de él, incluso tratándose de un
otoño de ciudad, envuelto en grises y cristal, acabaremos pensando en tonos
rojos y dorados. Espero que la música de Ed Sheeran lo hago más agradable.
¡¡Haced
la prueba y ya me contaréis!!
Soy la primera en comentar y me voy a explayar a gusto. Magnífico, en todas sus letras, magnífico el texto que acompaña a esas fotos que, sin duda, son sobresalientes. Y no soy dada a los halagos si no se merecen. Un texto redondo, que evoca la ansia de un otoño campestre pero sin hacerle feos a ese otoño urbano tan nuestro. La foto del charco en forma de corazón, y las de los cristales reflejando las ramas de los árboles... Tu al menos has tenido un otoño urbano, que por estas tierras mediterráneas no hemos tenido ni otoño. Y, de repente, en invierno. Ya veremos si podemos dejar la manga corta atrás y zambullirnos en un buen jersey de cuello alto. Yo ya tengo ganas. Voy a volverlo a leer.
ResponderEliminarMi otoño personal también se va alejando y ya el invierno llama a la puerta. Pero cada estación tiene su encanto y hay que encontrárselo, en la ciudad o en el campo, como tu haces.
ResponderEliminarPor aquí este otoño ha sido muy raro pero bueno, lo he disfrutado igualmente y me da pena que se despida, sobre todo porque el invierno no me gusta nada... Me ha gustado mucho el vídeo y en especial algunas imágenes, la de las hojas en el corazón está genial
ResponderEliminarBesos
El sonido y el olor de tu otoño son distintos del mío. Pero bien bonito también visto por tus ojos. Y tan bien plasmado por tus letras. Un otoño domesticado, distorsionado pero no exento de la poesía de una fotógrafa sensible.
ResponderEliminarMe ha encantado este otoño urbano.
Un beso ¡artista!
Ps Esta hoja de plátano me recuerda otra, recogida en tu mismo barrio el otoño pasado. :)
Me ha gustado tu otoño. Un otoño más típico que el que por aquí hemos tenido. Este año ha jugado al escondite aunque en estos últimos días parece que se ha aburrido ya de jugar y ha hecho acto de presencia.
ResponderEliminarComo siempre un placer leerte.
Besotes!!!
A ver, a ver, el texto es muy chulo, cierto...PERO EL VÍDEO es una gozada (le queda como un guante el cover musical que le has puesto). Y mira que eso del montaje de vídeos me lo he planteado a veces, pero entre seleccionar las fotos, el montaje en sí y el tiempo que lleva para que quede bien, pues nunca lo he hecho. PERO ME HACES LOS DIENTES LARGOS, así que no lo descarto como idea bloguera, jajajajajaja...MUY BIEN, TE HA QUEDADO MUY BIEN, JARA!!!
ResponderEliminarSobre el otoño, pues qué decirte: me encanta y además no me produce (nunca lo ha hecho) esa sensación de nostalgia o tristeza que es tan común en el tiempo en que Natura se retrae dentro de sí misma. Pero es que el invierno, sobre todo si ejerce de tal, también me encanta. Me refiero a que haga frío y nieve (bueno, eso por aquí tiene que ser en las montañas del interior de la provincia, pero está a tiro de piedra, así que vamos igual) y no que se apalanque un peaso anticiclón del 25 y no lo muevas hasta bien entrado enero, que suele pasar y mucho por esta zona mediterránea. En resumen: un post de lo más chulo te has currado, sí señora.
Feliz Navidad de nuestra parte!!!
Jara, nos has hecho disfrutar del otoño simplemente metiéndonos en tu piel y percibiendo cada emoción a través de tus personales descripciones y además poder ver esas imágenes en ese encantador vídeo, ha sido todavía más emocionante. Magnífico!!
ResponderEliminarBesos y Felices Fiestas invernales.
Preciosa despedida...Otro otoño que se va y nos ha dejado grandes regalos para disfrutar con sus colores.Me gusta y tu otoño Jara y me guste ese reflejo donde se adivina la catedral. Por aquí ya hace tiempo que se adelantó el invierno.
ResponderEliminarEl video una gozada!!
Feliz Navidad...Te deseo unas buenas fiestas con tu gente;))
Un beso.
Qué baño de otoño Jara, con su olor a tierra húmeda, sus ventoleras para hacer bailar a las hojas, el cromatismo de sus colores,... ahora que se va lo añoramos más. Este año ha sido espléndido y se ha portado con derroche y generosidad.
ResponderEliminarFelices días navideños Jara y espero que nos sigamos encontrando a lo largo del 2015.
Te doy las gracias por hacerme sentir ese otoño, que donde vivo, apenas ha existido. Hoy he paseado por la playa, en mangas de camisa, con un sol de justicia y un bello mar azul y plano.
ResponderEliminarEn Benicassim, parece como si el verano se hiciera okupa y ninguna ley pudiera desahuciar.
Un abrazo.
La foto del corazón mojado en el suelo es magnífica, de verdad.
ResponderEliminarMe encanta
Feliz entrada de estación y gracias por recordar el otoño
Besos
Se fue el otoño al tiempo de los otoños muertos.
ResponderEliminarSe llevó penas, nostalgias y suspiros.
Y nos llenó el corazón de triste belleza.
Hojas, viento, y nubes le dicen adiós.
Besos.
Una fenomenal idea la tuya intentando capturar el otoño en cualquier parte de la ciudad. A veces hay quien no se fija en esos detalles pero basta solo con mirar las ramas de los árboles para disfrutar del colorido aroma del otoño, una estación proclive a las nostalgias que tan necesarias son a veces.
ResponderEliminarQue tangas unas felices fiestas y que disfrutes mucho de esta Navidad.
Cuidate mucho, besotesssssssssssssssssssssssssssssssssss
Hola Jara, cuanta razón tienes en lo que has escrito, muchos de nosotros no tenemos la suerte de tener un bosque digamos a mano para disfrutar de esos bellos colores y aromas del Otoño, pero si nos fijamos bien como tu dices en las calles de las ciudades también podemos ver esos síntomas del Otoño y aunque no es lo mismo disfrutar de lo que tenemos, aunque si te digo la verdad aquí en mi ciudad poco Otoño hemos tenido ya que la gente aun se baña en las playas:), me ha encantado tu exposición y la forma de ver el Otoño en las ciudades, el vídeo y el tema muy bonitos:)
ResponderEliminarAprovecho para desearte una muy Feliz Navidad, que la disfrutes mucho junto a los que te quieren, que comas mucho turrón que en estas fechas dicen que no engorda:)
Besos.
!Què fotos màs bonitas, Jara !! El tomarlas del dìa a dìa, las hace muy espontàneas. Tienen gran realismo y algo màgico pues ese momento otoñal ya pasò y tù lo eternizaste. Mis favoritas, la ventàna y el charco. !Feliz Navidad! Bss
ResponderEliminarJara, aunque sea un otoño en la ciudad te ha quedado de encanto, con esas preciosas fotos, tus letras, y para remate la música lo hace mágico.
ResponderEliminarFelices Fiestas.
Un abrazo.