Un poco más allá, una figura de melena castaña camina encorvada sin que parezca ir a ningún sitio. De este a oeste,
de oeste a este, pasos rápidos y nerviosos, murmurando incesantemente, agitando un montón de cartas que lleva en las manos. De repente se para sorprendido: interrumpiendo su paso se encuentran Melchor y Baltasar con los brazos cruzados.
-¡Pero bueno! -exclama con los brazos en alto- ¿Es
que no tenéis nada mejor que hacer que interrumpirme? ¿No veis lo ocupado que
estoy? ¿Cómo vamos a llegar a tiempo si os quedáis ahí parados como unos
pasmarotes? ¿es que siempre tengo que ser yo el que lo haga todo?
-Los camellos están dispuestos –contesta Baltasar
serio y tranquilo, sin alterarse lo más mínimo por los aspavientos de su colega.
-Los regalos también están listos –dice Melchor
con una sonrisa comprensiva, sacudiendo su vieja túnica con mucha calma- ¿Y tu?
¿Tienes ya preparada la ruta y hechos todos los cálculos
para que cada regalo llegue a tiempo a su destino?
-¡Por supuesto que sí! –con un rápido
movimiento de su mano izquierda desplegó un larguísimo rollo de papel lleno de
nombres, números y símbolos-Todo está aquí y aquí -dijo señalándose la
despejada frente con el índice de su mano derecha.
-¿Te has acordado de los niños que no saben escribir? ¿Y de los que no creen en nosotros? -le pregunta Baltasar.
-¿Acaso lo dudas? -contesta airado Gaspar, empezando a perder la paciencia -Están todos en mi lista: los mayores, los incrédulos, los que no tienen zapatos e incluso los que tienen demasiados, ¡TODOS!
-Venga queridos amigos, debemos confiar en que nuestra magia alcance para todos y que cada uno reciba algo de lo que desea o aquello que más necesite -interviene Melchor con autoridad zanjando la cuestión- Ya sabemos la dificultad que entraña nuestra labor y que a pesar de nuestra mejor voluntad no siempre lo conseguimos, pero recordad que los niños siempre son los más importantes. Sin ellos, nosotros no existiríamos. Su confianza, su ilusión y su fe, son nuestra fuerza y así debe seguir siendo. ¡Venga! vamos a ponernos manos a la obra que tenemos mucho trabajo por delante.
-¿Te has acordado de los niños que no saben escribir? ¿Y de los que no creen en nosotros? -le pregunta Baltasar.
-¿Acaso lo dudas? -contesta airado Gaspar, empezando a perder la paciencia -Están todos en mi lista: los mayores, los incrédulos, los que no tienen zapatos e incluso los que tienen demasiados, ¡TODOS!
-Venga queridos amigos, debemos confiar en que nuestra magia alcance para todos y que cada uno reciba algo de lo que desea o aquello que más necesite -interviene Melchor con autoridad zanjando la cuestión- Ya sabemos la dificultad que entraña nuestra labor y que a pesar de nuestra mejor voluntad no siempre lo conseguimos, pero recordad que los niños siempre son los más importantes. Sin ellos, nosotros no existiríamos. Su confianza, su ilusión y su fe, son nuestra fuerza y así debe seguir siendo. ¡Venga! vamos a ponernos manos a la obra que tenemos mucho trabajo por delante.
Gaspar un poco avergonzado por haber perdido los nervios bajó la cabeza y Melchor inclinando la suya en señal de
asentimiento y conformidad dijo:
-Bien, estamos dispuestos pues. Les daré a los
pajes las instrucciones para que empiecen a cargar los regalos.
-Yo iré a ver si los trajes están ya
preparados –dijo Baltasar- mis pajes estaban acabando de sacar brillo a las
coronas y cepillando mis babuchas.
-Id, id a ver –dijo Gaspar aún con el ceño
fruncido, pero dejando la irritación de lado- Mis pajes ya tienen sus
instrucciones y están preparados para salir en cuanto estemos listos.
Todos los años le pasa lo mismo. A pesar de
los largos años de experiencia, la enorme responsabilidad que recae sobre sus
hombros, la de hacer coincidir cada regalo con su correspondiente destinatario,
lo convierte durante unos días en un viejo gruñón e irascible, haciendo que sus
pajes tiemblen sólo con verlo cerca, los camellos se mantengan lejos de su camino
y sus colegas... bueno, ellos simplemente esperan el momento propicio para pinchar el globo,
sabedores de que el estallido no puede hacerles mella alguna.
Ahora Gaspar, con el semblante serio, reflejo de la preocupación por la tarea que les espera, pero ya más tranquilo, pasea con sus cartas y sus rollos de pergamino bajo el brazo, pasando revista a sus pajes.
Poco a poco, mientras recuerda las caras ansiosas de los niños que esperan, y la
ilusión con la que van a irse a dormir y las sonrisas y la alegría y la felicidad cuando
al levantarse vean los regalos que esperan... su gesto se va relajando, sus ojos
se dulcifican y una gran sonrisa le ilumina la cara. Un suspiro unánime se escapa
de las filas de los pajes. Su rey está preparado para la larga noche de trabajo.
En los confines del mundo, allá por el
oriente, donde el cielo empieza a cubrirse con su brillante manto de
estrellas, una comitiva está preparada para partir a cumplir el sueño de
millones de niños. Melchor se pone a la
cabeza, Gaspar da la orden de marcha, Baltasar vigila que nada quede atrás. Se miran y sonríen. Allá van. ¡¡Vaya noche les espera!!
Ay, que precioso relato, hasta yo iría a esperarlos con el camisón mojado para verlos. Eso me decía mi abuela: "esta noche te levantas y si vas con el camisón mojado los verás" pero ese propósito se perdía en el sueño.
ResponderEliminarCuriosa la recomendación de tu abuela, seguramente la más efectiva para que los niños se fueran a la cama sin rechistar :))
EliminarUn abrazo
La noche más mágica del año.
ResponderEliminarMaravilloso relato.
Besos.
¿Te dejaron un poquito de su magia? Seguro que sí, en forma de inspiración.
EliminarBesos
Qué entrada más bonita, el relato es una belleza, gracias por compartirlo. Aunque nosotros no festejamos esta fecha con tanto entusiasmo, el leer tanta alegría y esperanza por aquí en verdad que contagia :)
ResponderEliminarQue disfrutes de un hermoso día de Reyes.
Besos.
En cada lugar prevalecen unas costumbres y es bueno que nos dejemos contagiar un poco de todas y nos llevemos lo mejor de cada una. Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos
Que no se quejen, que trabajan una sola noche y el resto del año viven como reyes...(cada día soy más republicana).
ResponderEliminar¿A quién se le ocurrió ponerles el título de reyes? Ya no hay quien lo arregle. Me quedo con la segunda parte: magos y con la felicidad que traen a los niños.
EliminarBesos
Jaja...¡¡Exquisitamente divertido!!...;)))
ResponderEliminarJara, feliz magia para esta noche...;P
B7s
Hay que disfrutar lo mejor de estos días y la noche y el día de reyes son el mejor punto y final de las fiestas. Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesos
:( Yo... es que... ¿me perdonas?... pero es que mi amor de toda la vida es para Papá Noël que trabaja mucho más que ellos que son tres y encima vengo de tierra republicana y mis padres nunca me hablaron de ellos y ... :((
ResponderEliminarUn cuento precioso, Jara :)) Muy desenfadado y con todos los ingredientes para que los peques vivan una noche mágica de ilusión, como tiene que ser. :))
Me lo voy a guardar para compartirlo con mis sobrinos nietos mañana. :)))
Buena noche para todos y montones de sorpresas para mañana.
Besos y sonrisas
No hay nada que perdonar, nuestra infancia es nuestro mundo, nuestro corazón se queda enganchado para siempre en lo que nos hizo felices entonces.
EliminarTe advierto que en casa acabamos por adoptar también a Papá Noël y durante muchos años los regalos se los han repartido unos y otros. Ahora que ya no hay niños pequeños volvemos a centrarnos en el día de Reyes pero yo no descarto nada. Lo importante es que los peques disfruten... y los mayores también.
Besos
¡Precioso! La fantasía y la magia con una gran dosis de humanidad con la que nos los has acercado y y has despertado nuestra ternura por ellos al leerte.
ResponderEliminarBesos y feliz día de reyes
Siempre los vemos en su pose más regia, pero antes de salir a escena deberían estar con el traje de faena y las pantuflas ¿no? jejeje. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarBesos
¡Qué preciosidad de relato! Gracias Jara! Espero que tengas una feliz noche y un feliz día de Reyes!!!
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegra que te haya gustado Margari. Seguro que has pasado un gran día con tu peque. En casa ya somos mayores pero aún así es día muy bonito.
EliminarBesos
A rediez!!!!...me estoy imaginando la llegada de los tres reyes...AL PORTAL
ResponderEliminarO un encuentro nocturno con Santa Klaus y aquello del conflicto de competencias, jajajajaja...
Se salió usted, Lady Jara. Eso es imaginación y buen hacer sobre la tecla, sí Señora!!!!
Un besazo y feliz, ya, día de Reyes.
En esta casa no hay exclusividad, todos son bienvenidos si reparten alegría y felicidad, eso sí, cada uno en su momento para que no se encuentren por los tejados y todos puedan aparcar sin problemas, jajajajaja.
EliminarEspero que también se portaran bien por aquellos lares.
Besos
Viejos y lo malo es que no tienen en quien abdicar. Quizás por ello ese gordinflón republicano les está haciendo una seria competencia.
ResponderEliminarEstupendo relato.
Un abrazo.
A los niños les vale todo, es más, lo quieren todo, les da igual la república o la monarquía y los mayores... en este caso y por esta ocasión... que sea.
EliminarBesos
Divertido, lleno de Fantasía, Mágico...Ideal para este Día...¡¡¡Genial!!!
ResponderEliminarAbrazos y Besines.
Me alegro mucho de que te haya gustado Pedro. Espero que hayas pasado un día genial con los tuyos.
EliminarBesos
Hola Jara, vaya relato mas bonito y emocionante sobre todo con este final que tiene y que nos has regalado tu como regalo de reyes, me ha encantado y has echo que en muchos momentos parecía que estaba allí delante de ellos viendo lo que hacían:)
ResponderEliminarEspero que contigo se hayan portado muy bien y te hayan dejado muchas cositas, gracias por todo Jara:)
Besotes!!
Me ha gustado llegar con retraso y retroceder un día en el tiempo ¿o han sido años? Precioso texto Jara, con tu permiso lo enmarco ;)
ResponderEliminarBesos!
Un texto precioso
ResponderEliminarEn mi casa es una fiesta especial la de hoy, supongo que todo el mundo lo dice, pero así lo siento y más este año
Besos
Me ha encantado tu relato, lo he seguido con el mismo entusiasmo que un niño esperando en la noche de Reyes.
ResponderEliminarBesos Jara.
Un relato precioso y diferente, me ha encantado el sentido que le diste.
ResponderEliminarBueno pues acabamos de aterrizar de nuevo por el barrio, espero qu hayas tenido unas buenas fiestas. Cuidate mucho
unos besotesssssssssssss
Buen regalo de Reyes Jara, la magia de sus majestades, ha llegado hasta aquí, recordándome la emoción y la alegría que sentía con su llegada.
ResponderEliminarMuy feliz año para tí
Marinela
Que bonito relato, ojalá pudiéramos volver a ser niños aunque sea durante la noche mágica de Reyes.
ResponderEliminarUn besito querida amiga.
Cariños
A todos y cada uno de los que habéis pasado a tomar este café con roscón muchas gracias por vuestra visita.
ResponderEliminarAbrazos y besos