¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

viernes, 11 de octubre de 2013

Disquisiciones inútiles ocasionadas por la caída de la hoja en torno al nulo avance tecnológico en materia doméstica

Me gusta mucho el otoño, la caída de las hojas... 
                                                            la lluvia suave...
                                                                              los colores cálidos… 
Pero hoy no toca hablar de las bondades otoñales porque el otoño que tanto me gusta también me trae una de las actividades caseras que más me incordia y que afortunadamente sólo se da dos veces al año, una ahora, en octubre y la otra en primavera. Cada cambio de temporada implica un reajuste, reorganización y acomodo de los armarios de casa y cada inicio de temporada la inestabilidad del tiempo, el otoño que titubea, el verano que no acaba de marcharse, ocasiona un caos en mis armarios hasta que el cambio se estabiliza y yo alcanzo la preparación psicológica adecuada para enfrentarme a la tarea. 
En estas estaba, haciéndome a la idea de que uno de estos fines de semana iba a tener que ponerme manos a la obra, cuando mis pensamientos me llevaron por otros derroteros. Acabé preguntándome como era posible que entre tanto avance tecnológico, con lo que se ha avanzado en otros ámbitos, como el de las comunicaciones, por ejemplo, aún no se haya encontrado un sustituto realmente válido para el cubo de plástico y la fregona, para las bayetas y el amoniaco. 

El otro día hablaba del tiempo y su valor. Siendo tan escaso el tiempo que puedo distraer para actividades gratificantes como ésta no puedo dejar de pensar en la gran cantidad de tiempo que tengo que emplear en las labores domésticas y lo mucho que valoraría cualquier avance que me descargara de parte de este trabajo.

Si cuando yo veía a finales de los años 70 la serie de TV "Espacio 1999", que nos auguraba un siglo XXI surcando el espacio interestelar y traspasando todas las fronteras del tiempo y el espacio, me hubieran dicho que en la segunda década del siglo venidero, no sólo no vestiríamos con ajustados monos de lycra ni los viajes intergalácticos serían el pan nuestro de cada día, sino que además, nuestro arsenal de productos y artefactos para la limpieza sería prácticamente el mismo, no me lo hubiera creído.

Lo primero que me viene a la cabeza es lo útil que sería un robot doméstico, pero ojo, uno con brazos y piernas, un sustituto de verdad, no uno de esos cachivaches que hay en las tiendas a los que les ponen ese nombre y pretenden hacernos creer que sirven para algo más que ocupar espacio. Ahora bien, entiendo que lo del robot como réplica humana, genere ciertas suspicacias y pueda llegar a tener sus riesgos (lo de la inteligencia artificial que se nos va de las manos y el posterior intento por parte de los robot de dominar a la raza humana) y podemos dejarlo para las, seguramente más avanzadas, mentes del siglo XXII, pero digo yo que, con un poquito de buena voluntad y esfuerzo por parte de mentes agudas y despiertas (puede que también fuera necesario algo de dinero e interés inversor) quizá no hubiera sido tan difícil encontrar otras soluciones, a mí se me ocurren varias posibilidades que nos facilitarían mucho la labor.

Veamos: 
  • para sitios particularmente ingratos de limpiar como los cuartos de baño y las cocinas una posible solución sería que se construyeran con un sistema de autolimpieza, algo parecido a los túneles de lavado de los coches. Una estancia estanca con unos chorritos de agua o vapor a presión que llegaran a todos los rincones, con su espuma activa, quitamanchas y quitagrasa, y un sistema final de secado que nos lo dejara como una patena, impoluto, reluciente, desinfectado y perfumado. 
  • Para los cristales no debería ser muy complicado inventar un sistema de láminas finísimas y transparentes que pudieran despegarse cuando estuvieran sucias y sustituirse fácilmente por otras nuevas. 
  • Otra buena idea sería que existiera un sistema, o aparato de ondas electromagnéticas, o ultrasonidos, o alguna virguería similar, como materiales tratados de tal forma que impidieran que el polvo se depositara sobre cualquier superficie (limpiar el polvo es una de las actividades más aburrida, ingrata e inútil que conozco). 
  • Finalmente aplaudiría fervientemente una escoba-aspiradora-enceradora-pulidora realmente eficaz y autónoma, que no te obligara a doblar el espinazo y capaz de hacer desaparecer (sin necesidad de bolsas de recambio y silenciosamente) cualquier resto sólido o líquido, de llegar a los rincones más inaccesibles y dejar todo tipo de suelos, ya fueran de madera, cerámicos o sintéticos, a prueba del algodón más exigente. No me vale que alguien me hable de las vaporettas, es uno de esos artilugios que básicamente sirven para ocupar espacio, necesitan de tus manitas y tu esfuerzo y el resultado pocas veces pasa de la mediocridad. 
Es cierto que ninguna de estas ideas es definitiva y desde luego no sirven para mi problema de reorganización de armarios, pero también lo es que desde la revolución que supuso la lavadora y el lavavajillas el tema doméstico se ha quedado francamente muy atrás en la carrera tecnológica ¿no os parece? 

¿Qué es lo que falla? ¿Realmente hablo de ciencia-ficción? ¿Cuál es el mecanismo que
impulsa el avance de la ciencia y la tecnología? Teniendo en cuenta que es un tema que afecta a muchos potenciales consumidores ¿no es rentable invertir en este campo? ¿Es mejor seguir por el terreno fácil del limpiador mejorado, supermejorado, requetemejorado, extramaravilloso, que con sólo apuntar hacia su objetivo las manchas y la suciedad tiemblan y desaparecen? 

Que me pregunto yo, cada vez que veo un anuncio de uno de estos productos tan archi-extra-super-nueva-formula-mejorada, como era posible que con la versión anterior de la anterior de la anterior pudiéramos limpiar algo, si la suciedad debía morirse de la risa ante ellos, de lo malísimos que debían ser. 

En fin, que a la espera de que tener un C3-PO en el escobero de casa deje de ser una utopía relegada al terreno onírico y cinematográfico no tengo otro remedio que dedicar parte de mi preciado fin de semana a la reorganización de armarios y maleteros para acomodarlos a la temporada otoño-invierno, porque además parece que finalmente las previsiones indican que ahora ya sí va en serio, que el otoño va a aprovechar este fin de semana para imponerse sobre el verano.

Si tenéis la suerte de tener armarios capaces de albergar cómodamente y a mano todas las temporadas o es una actividad que no cae dentro de vuestras competencias laborales-domésticas

¡¡Feliz fin de semana!! 

Para los demás también, que algo podrá hacerse una vez que hayamos conseguido volver a colocar las cajas de IKEA en los maleteros.

18 comentarios:

  1. Pues sí!!!, estoy de acuerdo contigo, a mi también me ha parecido escuchar quejas sobre eso en casa...

    Y también con aquel Espacio 1999, que veía de pequeño, con las Águilas despegando de base lunar y con una tal Maya (creo recordar), transformándose en quien ella quería y sólo con verlo.

    http://www.youtube.com/watch?v=EMEZuaguuCU

    jeje...

    Un beso

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  2. Madre mía, has plasmado a la perfección los deseos inconfesables de la mayoría de las personas.Tienes razón, aunque yo tengo mi propia teoría: alguna multinacional (Henkel Ibérica, Phillips o vete tú a saber) está haciendo lo imposible para que estos avances tecnológicos no vean la luz, en su propio beneficio...Qué harían si se dejaran de vender detergentes, aspiradoras...y no olvidemos la más mortífera de todas las armas: la plancha de vapor.

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  3. Ah, pero eso no se hace solo...?

    Vaya...

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  4. Hay unos robots aspiradores que dan un maravilloso resultado, acuden a su central a recargarse y recorren el espacio completo. Solamente hay que vaciarlos.
    Con relación a la fregona te diré que nos la envidia el mundo entero, ya que en la mayoría de los países ni las conocen ( son un invento español).
    Con relación al resto, pongamos a los maridos a hacer todas esas tareas y verás qué pronto consiguen que alguien invente para ellos: el problema está en que como lo hacemos nosotras y nunca nos ponemos en huelga, ese campo está cubierto y no hay que investigar.

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  5. Yo la verdad es que no suelo hacer cambios en los armarios cada temporada, quizás porque aún no están llenos y puedo tenerlo todo junto. Pero lo de las tareas de la casa es otro cantar... hay algunas que me dan una pereza horrible y llevo retrasando mes tras mes
    besos y que no sea muy duro el finde

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  6. Jaja Mariajesús se me ha anticipado: yo también creo que falta investigación en este campo porque falta interes real de la parte masculina.
    El comentario jocoso de Toro salvaje es muy significativo ;)
    Los niños y los hombres son bastante miopes ;)
    Yo lo único que pido es que cada uno limpie lo que mancha y guarde en su sitio lo que utiliza.
    Pero los niños y los hombres son bastante sordos también. :(((
    O se lo hacen.
    Ni ponerse de huelga sirve: luego tienes el doble de trabajo.
    (Me he pasado muchos meses de "sillón forzoso" despues de una operación y no veas ahora: me abruma el retraso: ni sé por donde empezar)
    Lo ideal sería una nariz mágica como en la vieja serie titulada "Hechizada" jajaja
    Mientras tanto... pues despotricar, exigir ayuda (no pedir: ¡exigir!) y hacer lo que hay que hacer poniendo música marchosa ;)
    ¡qué te sea leve!...
    Besosss

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  7. Las cocinas son la historia de nunca acabar, y del polvo ni te digo. La verdad es que lo más gratificante es tender la ropa al sol y ver cómo el viento la infla. Y si los niños y hombres son miopes, no te puedes imaginar los adolescentes y los jóvenes; esos, como dice Toro salvaje, siempre piensan que las cosas se hacen solas. por cierto, me voy a fregar.

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  8. jajajaj :D Cómo te entiendo... Pero tengo una buena noticia para ti: en Berlín hay unos baños publicos autolavables!! Doy fe, que entré a uno de ellos, una especie de nave espacial circular. Supongo que en una casa robótica que costaría un pastizal es posible conseguir tener un baño así ;) Tendríamos que ahorrar mucho, eso sí

    Besos (relimpios) ;)

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  9. Una esclavitud, nuestra jornada laboral no termina nunca y encima es casi artesanal.
    Yo llevo muy mal la plancha y además es una tarea poco lucidora, porque al acoplarla en el armario donde escasea el espacio, pues hay que replanchar más tarde. Uffff!!

    Tu deseo de un robot mayordomo me ha recordado a la película el hombre del bicentenario.

    Besos de fin de semana. Disfrutalo.

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  10. Ays, te entiendo! Comparto todos, pero todos tus deseos! Que sí, que limpiar el polvo es ingrato totalmente. Acabas de pasar el trapo, te vuelves a mirar y ya tienes de nuevo una capita ahí puesta... Y reivindico también tejidos que se planchen solos!
    Besotes!!!

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  11. Hola Jara, ya lo creo que te entiendo y que cada vez se hace mas pesadas estas tareas que mencionas y mas si no tienes ayuda de nadie, pienso como tu que a estas alturas ya deberían existir otras alternativas para hacer estas tareas domesticas, si estamos de acuerdo en que la fregona la invento un hombre y mejor aun español, pero creo que si ellos hiciesen mas a menudo estas tareas ya existirían esos inventos que tanto anhelamos nosotras, a ver si se les remueve la conciencia y se animan a inventarlos:), que no te canses mucho este finde, animo:)

    Besos.

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  12. Me muero!! Cuánta ingenio doméstico desprendes, desde luego daría mi voto para cualquiera de esas grandísimas propuestas, visionarias y revolucionarias. Aún así, C3PO o el que sea, sería el encargado de los armarios, esa es mi petición prioritaria, prioritaria, lo recalco!!! ODIO arreglar armarios,ODIO los cambios estacionales que implican semejante actividad y dirás ¡cuánto odio reconcentrao! pues sí, es que tengo el añadido de ser alérgica a la ropa estancada, es decir, que me pongo a estornudar como loca, los ojos rojos y me falta hasta el aire, grrr y que tengo que lavar tooooooda la ropa antes de usar y bueno, bueno, un auténtico suplicio que C3PO , el CSIC o la Virgen de Lourdes podrían contemplar como un asunto a resolver.
    Encantada con tus disquisiciones, yo aún no he encontrado el valor pero la hora se aproxima, aaaaachis!!
    Besitos

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  13. ;)) ¡¡Te entiendo, Jara!!...Me da que tengo otra solución menos cibernética, te cuento: agarras a los chicos de la casa y los pones firmes, a continuación te sitúas a cierta distancia y...¡¡Ordenas!!...;)))

    PD: Mejor no...¡¡Luego tu faena es triple!!...jaja.
    B7s...;)

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  14. Tus deseos son los mimos que el de todas las mujeres, por muchos inventos nuevos nunca tendremos el robot perfecto.
    Los armarios lo peor de lo peor, temo los cambios de estación por el cambio de armario.
    El comentario de Toro Salvaje me suena a lo que me dice mi marido cuando me quejo. ¡Pero si yo lo veo todo impecable!

    Besos Jara y paciencia.

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  15. Como me podía imaginar y aunque la muestra masculina sea escasa, se aprecia claramente las diferencias de enfoque de las respuestas.
    Estoy convencida de que si tradicionalmente esta tareas hubieran sido masculinas las cosas hubieran sido bien distintas. Nos queda mucha tarea chicas, pero no en casa, sino educando a las siguientes generaciones.
    Yo he puesto mi granito de arena y en general no puedo quejarme, pero hay cosas que prefiero tenerlas controladas y los armarios es una de ellas.

    Gracias a todos por vuestras aportaciones.

    Besos y abrazos.

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  16. Lo que me suena tu entrada. Yo he dedicado a eso el fin de semana... y quiero no un robot, no... dos!
    Tengo agujetas en las piernas, y los brazos y hasta en las pestañas
    Besos

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  17. Yo he empezado, prefiero ir haciéndolo por partes porque todo seguido me agobia y si sabes lo del robot como me imagino que los habrá clónicos, pues no para mi. ¡Jajaaj!
    Besos

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  18. Jajaja, me han hecho mucha gracia tus ocurrencias. Yo tengo otra idea que es la que utilizamos en casa; ya que no podemos pagar alguien que te ayude, la solución es todo el mundo a colaborar (aunque a los hijos difícilmente los pillas).
    Desde aquí animo a todos los hombres a que colaboren con sus esposas en las tareas domésticas, que no se os van a caer los anillos. Es muy gratificante y os sobrará más tiempo para estar juntos. ¡Ánimo!.
    Jara, que no estoy de broma.
    Un beso.

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