Cada año por estas
fechas espero la publicación del calendario laboral que regirá nuestros
descansos el próximo año. En un momento
tomo nota de cuándo cae la Semana Santa, de qué fiestas son en lunes o
en viernes y garantizan un fin de semana largo, qué otras aciertan a caer en
jueves o martes y pueden dar origen a un puente y que posibilidades tendré de
“pillarlo”, en mi caso es importantísimo ver como cae cada año el puente del
primero de mayo porque seguido por el día dos, fiesta de la Comunidad de Madrid, puedes llegar a formar un puente de dos ojos que enlace un fin de semana con el
siguiente.
Estos puentes que
hacen que los poderes económicos del país se lleven las manos a la cabeza
porque nos vuelven improductivos y que había que suprimir trasladando las
fiestas a los lunes. No se como habrá sido en otras comunidades autónomas, en
Madrid la única fiesta damnificada, que con la cabeza gacha ha tenido que tragar
con su traslado, ha sido el día 19 de marzo, fiesta de San José o día del padre,
que en 2013 se celebrará el lunes 18 de marzo. Bueno, los Josés y los padres de
Madrid ya están acostumbrados a verse vapuleados porque el suyo es un día
comodín, unos años es fiesta y otros no. El resto de las fiestas han quedado
tal y como el calendario las ha colocado.
Las que caen en sábado, como el próximo 12 de octubre, podrían beneficiar a los trabajadores del comercio si no fuera porque los patrones del
comercio decidirán que el fin de semana en el que haya una fiesta el sábado se
abrirá el domingo.
¿Quién no ha
aprovechado este día del Pilar para hacer una escapada? Porque en cuanto juntamos
tres días libres salimos huyendo.
No se me ocurre una
palabra mejor para describir la desbandada que atasca sin remedio las
carreteras de las grandes ciudades. Si no fuera una huida necesaria no
repetiríamos una y otra vez la misma experiencia agotadora y estresante del
atasco de salida y del atasco de entrada.
Sin embargo aquí
estoy un año más, incapaz de resistirme a salir de mi ciudad, a cambiar mi
paisaje, a respirar otros aires.
Estas fechas son
estupendas para viajar. El tiempo es suave y los días aun son largos. Casi sin pensar me
vienen a la cabeza un montón de sitios ideales para perderme estos días.
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Noja, Cantabria. Paseo a la caída de la tarde. Yo creo que merece la pena ¿no? |
Y cada salida, cada
viaje, cada coche que sale a la carretera supone dinero, gastos e ingresos, el dinero se mueve, cambia de
manos, los que aún pueden y están dispuestos a gastar harán que otros puedan
seguir con sus negocios: hoteles, restaurantes, casas rurales, talleres,
empresas de multiaventura, tiendas de artesanía y regalos, etc., etc.
Y si el negocio del
turismo gana, también el estado verá aumentar sus ingresos gracias a los
impuestos, la mayor parte del dinero que pagamos por la gasolina va a parar al
estado, en cada factura de hotel, de restaurante nos cargarán el IVA que va a
parar al estado. Ayuntamientos e iglesia se benefician de la venta de entradas
a monumentos de titularidad pública o religiosa por cada visitante que decide
conocer por dentro, además de por fuera, las ciudades o pueblos que elige como
destino de sus días libres.
Incluso si elegimos
ir al pueblo a pasar estos días, además de la inevitable gasolina o el billete
de autobús o de tren o de avión, el dueño del bar se sentirá feliz cuando vayas
a tomar el aperitivo o a comer el domingo antes de volver a casa.
Las fiestas, los
puentes, significan dinero para los negocios de ocio, turismo y hostelería y una
válvula de escape para los que estamos sujetos a la rutina laboral, escolar,
doméstica, de lunes a viernes, de 9
a 5, de la mañana a la noche.
Es tal nuestra
necesidad que aún sabiendo lo que nos espera en la carretera, cerramos nuestra
maleta con una sonrisa bailando en la cara anticipando la aventura grande o
pequeña que nos espera, aunque sea el anhelado descanso en la casa del pueblo y
que nos ayuda a pensar que hay algo mejor más allá de nuestro limitado horizonte
diario.
El ocio de unos es
el negocio de otros. Todos salimos ganando. Que no nos quiten los puentes
¡¡¡POR FAVOR!!!
"La luz del día empieza a menguar. En la larga fila de coches que nos preceden se encienden en cascada las luces de freno, vamos a volver a parar. Suspiro resignada, miro el reloj, miro la placa kilométrica que ha quedado justo a la altura del coche, todavía queda
mucho para llegar a casa. Mi cabeza empieza a calcular si tendré tiempo para
poner una lavadora, repaso si el uniforme del cole del niño está dispuesto para
el día siguiente, las comidas de la semana….
Todo vuelve a
empezar."