Banderines
de colores, música de carrusel, olor a churros y fritanga, vocerío de tómbola.
Ruido, luces y colores. Son las fiestas del pueblo. En
la plaza hay verbena, en un extremo se alza el escenario sobre el que la
Orquesta Alegría ameniza el baile con más voluntad que acierto. No importa
demasiado. Los chiquillos lo bailan todo, los jóvenes con un vaso de calimocho
en la mano tontean igual entre ellos y los mayores llevan todo el año esperando
sus fiestas y están muy bien dispuestos.
Después de un par de horas tocando todos
los estilos fiesteros, desde los pasodobles a la Macarena, la orquesta se
retira a descansar. Empieza a sonar una música de bolero, suave y cálida. Las
parejas que añoran otros tiempos se lanzan a la pista felices de poder bailar
agarrao. En su momento. Una voz melodiosa y un poco desgarrada llena ya la
plaza. Hasta la luz parece haber cambiado, ha bajado su intensidad y un soplo
de aire cálido se cuela entre los bailarines transportándolos a otro tiempo,
quizá a otro lugar.
Una pareja desentona entra las demás, no se
ajusta ni en edad ni en el porte al resto de bailarines. también sus ropas y
peinados difieren de todos los que les rodean, pero a ellos no parece
importarles, ajenos a todo lo que no sea la música. Al ritmo que les marca esa
canción que es sólo suya, bailan en una armonía perfecta con el suelo que pisan
y el aire que les envuelve.
Sus cuerpos parecen cerrarse sobre sí
mismos, son altos y esbeltos, de cabellos castaños, el los peina hacia atrás
con brillantina, viste pantalón negro de tiro alto, con pinzas y camisa blanca
con las mangas pulcramente dobladas por debajo de los codos. Se inclina ligeramente
para acomodar su estatura a la de ella, sus labios al alcance de su oído. Ella
lleva una media melena con unas ondas muy marcadas y sujeta con orquillas.
Viste una falda de tubo por debajo de las rodillas, sus piernas esbeltas acaban
en unos finos tobillos que se elevan sobre unos zapatos con tacón de aguja.
Lleva blusa camisera adornada con un broche y rebeca de punto para protegerse
de la brisa nocturna.
Se mueven lentamente, se rozan sus
rodillas, la mano de él sobre su cintura baja despacio para enlazar ligeramente
la cadera, sube después hasta tocar con la punta de los dedos la piel de la
espalda que se estremece bajo la fina tela de la blusa. La mano izquierda de
ella descansa en su brazo derecho, su cabeza busca el hueco de su hombro donde
se abandona un instante, mientras le llega dulce una palabra que él desliza en
su oído. Se entrelazan a la altura del pecho los dedos de su mano derecha, la
de ella, de su mano izquierda, la de él, cerrando un círculo en el que sólo
caben ellos dos. A su alrededor el aire está quieto y cargado de una
electricidad que fluye entre la pareja de bailarines y el escenario.
Sobre él, una mujer con el paso de la vida
grabado en los pliegues de un rostro aún hermoso y enfundada en un largo
vestido de lamé color cereza canta con una voz honda y oscura, cargada de
emoción. Es alta y su cuerpo maduro de generosas curvas aún recuerda el
atractivo de otros tiempos. Sus largas piernas de finos tobillos pisan con
fuerza el escenario sobre unas altas sandalias. Su mirada lánguida y
melancólica no se separa de la joven pareja. ¡Son tan jóvenes y parecen tan
enamorados! Desprenden un aura de confianza plena en la vida que se extiende
ante ellos como una promesa de felicidad sin fisuras. Envidia ese momento, esa
ingenuidad que los hace audaces, que les hace olvidar las miradas reprobatorias
de los que parece que nunca conocieron ese sensación que ablanda los huesos y
pone alas en los pies.
Esta noche canta solo para ellos. De vez en
cuando se lleva la mano al pecho y acaricia el broche con forma de estrella
cuajado de pequeñas piedras azules que el paso del tiempo ha dejado sin brillo.
Suenan los últimos acordes de la canción, su voz parece quebrarse. Ellos aun se
resisten a deshacer ese estrecho abrazo que durante unos minutos fue eterno. Se
miran entre tímidos y audaces, con todas las promesas presentidas en cada roce
condensadas en el estrecho espacio que los separa. Ella se lleva la mano al
pecho, hasta el precioso broche en forma de estrella que él acaba de regalarle
y que parece guardan entre sus piedras azules todas las caricias que aún deben
hacerse y cada uno de los besos que bordarán la historia de su amor.
La música ha terminado y mientras la
cantante saluda con una reverencia las luces parecen ganar de nuevo intensidad.
Una brisa fresca barre la plaza de repente mientras las parejas mayores se
retiran. No busquéis entre ellas a la joven y extraña pareja. Se la llevó el
aire y la luz… y el tiempo.
Nota: para ilustrar la entrada de hoy he recurrido a imágenes de la red.
Nota: para ilustrar la entrada de hoy he recurrido a imágenes de la red.
Muy bonito.
ResponderEliminarMe alegra que haya gustado. Gracias por pasar a compartir esté café con baile.
EliminarBesos
Hola Jara, que relato mas bonito y lleno de nostalgia nos dejas, lo que también me ha gustado mucho que tal y como lo has relatado, has echo que nos sintamos allí mismo viviendo y bailando junto a la pareja que con tanta añoranza recuerda la cantante, el final precioso:), felicidades.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias a ti Piruja por pasar a compartirlo. Es una gran alegría saber que he conseguido llevarte un poquito hasta esa plaza de pueblo.
EliminarBesos
Qué bonito Jara, creo que has plasmado muy bien las emociones, al menos a mí me daba la sensación de ser una espectadora más en ese baile
ResponderEliminarBesos
Pues estoy encantada Tatty de haberte hasta allí y de que lo hayas disfrutado ¡y sentido!
EliminarBesos
Que delicia de relato.
ResponderEliminarMe ha parecido verlos.
Hoy has escrito magia pura.
Besos.
Muchas gracias Toro por tus palabras,viniendo de ti son todo un elogio.
EliminarEs un relato al que le ha costado "salir", le he dado unas cuantas vueltas hasta que le puse el punto final.
Me alegro mucho de que te haya gustado.
Besos
Sentimientoo puro...He puesto la canción mientras te leía y tu magia me ha llevado a ese baile...
ResponderEliminarGracias Jara... también me has traido buenos recuerdos de otros bailes;)
Un beso.
Gracias a ti Laura por venir a tomarte este café con baile. Me alegra que te haya gustado y te haya traído buenos recuerdos. ¡Cúantas bellas historias reales deben haberse iniciado en esas verbenas!
EliminarBesos
Qué bonita historia, seguramente ha sucedido tantas y tantas veces ¿qué ha sido de las fiestas de pueblo?, esos boleros, esas parejas bailándolos... ains, sniff La canción es preciosa, hacía tiempo que no la oía, me ha gustado encontrarla (aunque me ha dado nostalgia, oye).
ResponderEliminarGracias y besos!
La verdad Ana es que las fiestas de los pueblos (hasta donde yo llego) ya no son lo que eran, aunque esto suene un poco "a que mayor soy" ¡qué le vamos a hacer!
EliminarLa nostalgia en dosis justitas no está mal ¿no?
Gracias por venir a compartir este baile.
Besos
MENUDO RELATO QUE TE HAS COCINADO, vaya tela qué bonito, QUÉ BONITO!!!!!, y no es por nada, pero el martes noche, y de ello doy fe porque Mari me sacó al salón a bailar su intro musical...empezó Velvet, jajajajajajaja...lo digo porque el espíritu de la época de tu relato le iría que ni pintado.
ResponderEliminarUn besazo!!!
¡Y yo sin enterarme! Se me ha pasado Velvet. Ya le he puesto remedio vía Santa Internet, pero me dejaste descolocada cuando lei tu comentario JAJAJAJA. No me podía creer que me hubiera pasado a mi.
EliminarMuy acertado por cierto tu comentario sobre el espíritu de la época, en ella más o menos pensaba cuando imaginé a "mi pareja de la verbena"
Miuchas gracias, sir Valaf por sus palabras, me alegra que le haya gustado. Aunque te confieso que costó "cocinarlo" :))
Besos
Esas piedras que piierden brillo son falsas. Pero, no importa: el amor es verdadero, según lo describes.
ResponderEliminarIntenso y verdadero... mientras duró.
EliminarGracias por pasar un rato a compartir estos cafés.
Besos
Fantasmas de amores que sucedieron bajo la misma luz que los que están surgiendo ahora.
ResponderEliminarQué preciosidad
Besos
Recuerdos traicioneros, historias que se repiten, el amor siempre.
EliminarMe alegra que te haya gustado y hayas pasado un ratito por aquí a tomar este café mientras bailábamos.
Besos
Misterio, y tanto, en ese final inesperado de un relato que yo definiría como fascinante. Casi he bailado con ellos. Magnífico.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, me costó encontrar la mejor forma de llegar a ese final aunque lo tenía claro desde el principio. No te creas que las palabras quisieron aliarse conmigo fácilmente.
EliminarMe alegra que te haya gustado y hayas disfrutado con el baile :))
Besos
Qué bonito! Una delicia ha sido hoy leerte.
ResponderEliminarBesotes!!!
Me alegra que hayas disfrutado con nuestro cafetito de hoy, Margari.
EliminarMuchas gracias por pasar a compartirlo.
Besos
;))) Santo cielo, Jara...
ResponderEliminarLa recreación es exquisita -Me da que con los cinco sentidos...;)))
B7s
¿Te llegó además de la música, la luz, la brisa y los olores?
EliminarNo sabes lo mucho que me alegra saber que te ha gustado Mari. Muchas gracias por venir a compartir esta velada :))
Besos
Al son del pasodoble una pareja peculiar se extravía en un mundo de dos y siguen la melodía. Me encanta la escena. Íntima y emotiva. Es más, adoro el color cereza :) Un beso.
ResponderEliminarIntenso el color, acorde con la intensidad de la emoción, del recuerdo.
EliminarGracias por compartir este pedacito de historia, me alegro de que te haya gustado.
Besos
:) Jara... acabo de volver de una escapadita otoñal y esos viajes en coche son siempre sinónimos de "música-carrozadas-nuestras" :)
ResponderEliminarY nos encantan los boleros antiguos y recientes :)
Y ¡¡ esta mañana en el regreso, sonó ESTE precisamente!! (pero por Eydie Gorme y los Panchos ;)
De muy muy buenos recuerdos. Puffff
Jajaja Cosas de brujería que nada más volver me tope con ello en tu casa. ;)
Besos emocionados.
¡Ay! que hacía algún tiempo que no se cruzaban nuestros misteriosos hilos. Pero ahí están, conectandose a través de los kilómetros y el tiempo.
EliminarMe gustan los boleros, carrozones o no, tienen su momento para ser escuchados y dejar que nos emocionen. Y en el coche precisamente, escuchando esta canción hace ya un tiempo, surgió la idea de esta historia. Ha costado sacarla adelante. Seguro que no he podido acabarla antes para que pudiera coincidir (día arriba o abajo) con tu viaje :))))
Espero que hayas disfrutado tu escapada. Ya había echado de menos la pompita de la semana pasada. Ahora vendrás con un montón de pompas deseando salir volando. Las espero :))
Besos
Que bonito relato, y cuanto amor habia en esa estraña pareja que nos describes me ha encantado tu relato. Mil besicos cielo
ResponderEliminarMe alegra mucho que te haya gustado. Muchas gracias María por compartirlo.
EliminarBesos
Que bonita historia amor amor amor
ResponderEliminarun abrazo
El amor, básico e imprescindible en nuestras vidas, ¡cuántas historias detrás de él!
EliminarBienvenida mjesus y gracias por tu visita. Estaré encantada de compartir cafés siempre que te apetezca pasar por aquí.
Besos
Una historia preciosa con unas fotos que son como la marcha atrás de un tren de lujo. Besicos.
ResponderEliminarMe gusta esa imagen del tren marcha atrás, me parece muy acertada.
EliminarMe alegra que te haya gustado, trimbo. Muchas gracias por pasar a visitarme y compartir este café de hoy.
Besos
Has creado una electrizante atmósfera que trasciende a la pareja de bailarines y llega a arañar al lector. ¡Te felicito!
ResponderEliminarBesazo
Muchas gracias María Pilar por tus palabras.
EliminarEsto de escribir y transmitir es realmente difícil, yo sigo preguntando cada vez cómo me atrevo a hacerlo y comentarios como el tuyo alivian mis dudas.
Me alegra que te haya gustado, incluso arañado ligeramente :)
Besos
Relato lleno de Magia y Fantasía con esos bailarines tomando las riendas del Tiempo, danzando con esos pasos por el Camino de la Vida...Una preciosidad. Lo he leído varias veces y cuanto más, lo hago más me gusta.
ResponderEliminarAbrazos y Besines.
Me alegra mucho que te guste este paseo por la Vida, el Amor y la Nostalgia. Gracias por pasar por aquí a compartirlo.
EliminarBesos
Oh Jara, me deja sin palabras este relato tuyo, entretenido y muy bien narrado.
ResponderEliminarPrecioso.
Besos.
Me ha encantado, creo que tu narración es preciosa y que llega mucho al corazón.
ResponderEliminarTe sigo y me voy pasando.
¡Besos!
Un paseo por la vida y un paseo por un sentimiento que es eterno : el Amor , Gracias por esta Entrada que me ha transportado a otra época como en un hermoso sueño . Un abrazo grande
ResponderEliminarLa música vuelve a traernos a los protagonistas de aquellos momentos que la melodía hizo especiales. Muy bonito, Jara, y evocador. Los recuerdos, los instantes, los olvidos,...
ResponderEliminarBesos y feliz tarde de domingo!