Quería escribir un comentario sobre un libro
pero las palabras se niegan a ordenarse en la pantalla del ordenador.
Las ideas rondan mi cabeza pero mis dedos no
son capaces de darles forma en el teclado.
Me paro, intento concentrarme, me acuerdo de
las musas de las que el otro día nos hablaba Mayte en El espejo de la entrada
(si pincháis sobre el espejo os llevará hasta ellas) Yo no les pido gran
cosa, no tienen que soplarme una historia solo necesito un poco de ayuda para
ordenar con coherencia y un poco de gracia unas palabras que sepan
transmitir mi opinión sobre el último libro leído.
Me levanto y me pongo a planchar, a lo mejor las tareas domésticas me aclaran las ideas. Creo que ya lo tengo, dejo la plancha en posición vertical y me siento delante del ordenador. Vuelvo a intentarlo.
No hay manera. Lo que en la cabeza parecía fluir bien, pierde todo su sentido y armonía en cuanto intento ponerlo por escrito.
Me rindo. Otro día será. He decidido que si
las palabras se niegan a acudir a mi llamada convocaré a la imágenes que son
mucho más dóciles y fáciles de manejar.
Como esta va a ser la última entrada del otoño
voy a dejaros unas cuantas fotos de una brillante mañana de primeros de
diciembre para despedirme de él.
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La luz esplendida juega con las sombras, baila con las columnas, toca las cuerdas de un instrumento nuevo y las notas quedan suspendidas en el aire...
¿podéis verlas?
Un sol de cristal, el aire transparente, dibujan sus rayos encajes en el suelo.
Siguiendo su rastro llegamos a un espacio mágico donde se combinan reflejos para crear espejismos y arrancar destellos en los metales.
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La luz esplendida juega con las sombras, baila con las columnas, toca las cuerdas de un instrumento nuevo y las notas quedan suspendidas en el aire...
¿podéis verlas?
No es fácil escapar al embrujo. El tiempo ha pasado volando y el tren está a punto de partir...
El otoño nos dice adiós con sus últimas hojas vestidas de gala para la despedida.
Los árboles tienen hoy las ramas desnudas y tiritan en la mañana cargada de escarcha que anuncia la llegada del invierno.
Os he dicho cuando se hicieron las fotos pero no el donde ¿podéis decírmelo vosotros?
Yo creo que no es muy difícil, aunque siempre habrá quien juegue en casa.
:D Juego con ventaja:)... Así que, no digo nada...
ResponderEliminarMuy cerquita me alojé hace... pufff años, la primera vez que llegué... "aquí" :D y era mi sitio de paseo cada mañana... hum... ultimamente, me lleven mis paseos de blog en blog donde me lleven, siempre son recuerdos muy bonitos.
Como lo son estas palabras según tú rebeldes y que fluyen como música palaciega... de luz y cristal. ;)
Último beso de otoño y una sonrisa para recibir al invierno. :)
Para mí también está cargado de recuerdos entrañables, de toda la vida. Seguro que vuelve por aquí.
EliminarLas palabras que se rebelaban eran las que tenían que hablar del libro, las otras me las susurraron las imágenes sin ningún problema.
Besos casi, casi de invierno :)
¡Ayy! Unos de mis paseos preferidos. Y tampoco digo más, para no romper el encanto. ¡Jara, eres una caja de sorpresas! De agradables sorpresas. Un besito.
ResponderEliminarAhora podrás ir a menudo. Es una de mis fantasías de media mañana, dejar que mis pasos me lleven hasta allí, pero siempre se queda en eso... en fantasía, al final vuelven dóciles al redil.
EliminarBesitos
Unas fotos muy bonitas, no me aventuro porque no tengo ni la más remota idea. Pero cuando las palabras no viene me ha parecido preciosa tu alternativa. Besos
ResponderEliminarMe había sentado ya varias veces a escribir sobre ese libro sin conseguirlo y de repente se encendió la bombilla, en cuanto pensé en imágenes supe qué imágenes quería subir y ellas solas me susurraron las palabras que debían acompañarlas.
EliminarEn cuanto al sitio... es posible que no lo conozcas o que lo conozcas pero yo no he puesto la foto más representativa.
Si nadie lo dice ya entraré a revelarlo.
Besos
qué bonitas las fotos, me han encantado y la primera parte me ocurre muy a menudo, hay veces que te sientas y las palabras salen solas y otras no hay manera... no queda más que esperar a las musas
ResponderEliminarbesos
Me alivia un poco saber que este "atasco" también te pasa a ti que haces unas reseñas tan completas y tan trabajadas. Sigo esperando a las musas...
EliminarBesos
Si no estaban las musas este otoño en el Palacio de cristal... sinceramente, no se donde estarán.
ResponderEliminarEs normal que de vez en cuando se nos crucen, a mi no me pasa sólo al hablar de lo que leo, sino a veces al leer que las palabras se empeñan en moverse endiabladas para que no capte todo su sentido. Al final, todo vuelve a su ser
Besos
¡¡...y el premio es para Mientrasleo!!
EliminarYa que Frambiose y Koncha han no han querido desvelarlo enseguida por no abusar de jugar en casa.
Pues esa mañana las musas sí que andaban por el Palacio de cristal y por el Retiro pero la otra tarde no quisieron ayudarme mucho con el libro.
Tienes razón, las palabras a veces también se revelan cuando las lees y se oscurecen para no dejarnos entender nada.
Besos
Uys, el atasco... La de veces que me ha pasado. Y lo mejor es abandonar, que lo único que consigue una es enfadarse.
ResponderEliminarAys, qué de recuerdos me has traído con esas fotos... Que la primera vez que estuve por allí tenía 13 añitos y me quedé enamorada de ese sitio. Es de esas cosas que se te quedan en la memoria y lo recuerdas como si fuera ayer. Y mira que ha llovido...
Besotes!!!
La verdad es que estaba ya bastante enfadada con el tema. No me podía creer que me costara tanto. De momento no he vuelto a intentarlo, estoy dejándolo reposar.
Eliminar¡Cuanto me alegro de que tengas tan buenos recuerdos asociados al Palacio de cristal! Todo El Retiro es una maravilla, pero el Palacio de cristal con su estanque, sus patos y su surtidor son de ensueño.
Besos
¡Vaya! He llegado tarde al premio... Ya se lo ha llevado Mientrasleo. Aunque... creo que el premio era ver tus fotos. ¿No?
ResponderEliminarLo que me ha impactado es lo de la plancha. Fíjate que yo no pienso ir allí a buscar a las musas...
¡Besazos, Jara!
Me alegro de que te hayan gustado las fotos, el Palacio de cristal es un buen motivo fotográfico.
Eliminar¡Planchar es ideal para pensar, Román! una actividad puramente mecánica para la que sólo necesitas utilizar las manos, la cabeza queda libre para centrarse en otras cosas y con el ordenador al lado, era cuestión de soltar la plancha y sentarme a escribir. Pero, vamos, que no hubo forma.
Besos
precioso, no sé dobde está pero sin duda quiero ir! Parece un lugar perfecto para sentarse y leer entre la gente que pasea tranquilamente...
ResponderEliminarBesos!
En tu próxima visita a Madrid no puedes perderte un paseo por el parque del Retiro, encontrarás un montón de rincones preciosos y seguro que tus pasos te llevan hasta el Palacio de cristal donde podrás pararte a admirarlo y a leer un rato.
EliminarBesos
Bueno, ya está revelada la incógnita pero la verdad no lo pusiste nada difícil, las fotos son preciosas y el lugar inconfundible!!
ResponderEliminarBesines, guapa!
Para los de casa era muy fácil, para los de fuera también me parecía sencillo por ser un lugar muy significativo de Madrid, aunque siempre hay quien no ha tenido la oportunidad de conocerlo y para ellos espero haber despertado su curiosidad.
Eliminar¡Me alegro de que te hayan gustado las fotos!
Besos