El
otoño pasó suave, casi de puntillas, como sin querer pasar. Y sin
embargo, su benevolencia no mejoró nuestro destino.
Aquí
estoy hoy, de ayer ya no me acuerdo y mañana ¿quien sabe?
Expuesta
siempre al capricho del azar, hoy arrumbada en este infinito desierto
de arena, agradezco el sol que sin rendirse a la tiranía del
calendario, calienta mis ateridos nervios.
Mañana
quizá, pobres de nosotras, semienterradas en esta húmeda playa sólo
podremos esperar a la fría ola que nos arrastre definitivamente a un
fondo sin luz.

Durante
un tiempo puede incluso ser divertido. Bailar y bailar, vueltas
rápidas y vueltas lentas, subir y bajar, mirar debajo de las faldas,
prenderse en un pelo rebelde, escapar a toda velocidad de unos pies
crueles en su indiferencia. Aún tienes fuerzas, aun tienes
flexibilidad y reflejos, aún sientes curiosidad por lo que se
esconde tras esa esquina.
Pero
poco a poco te quedas sin fuerzas, sin curiosidad y sin reflejos. Y
duele cada vuelo y cada golpe y temes cada sombra que te acecha. Y
esperas...
Una
playa no es el peor sitio en el que acabar tirada, la arena te acuna,
el sol llega sin obstáculos y pocos pies la transitan en estas
fechas. A veces las olas son dulces contigo, a veces...
Y
un día... el otoño se fue sin despedirse, y el invierno que
remoloneaba indeciso se sacude la melena y nos enseña los dientes.
...y
a nosotras ya no nos queda otro anhelo que dejar de ser, que
desintegrarnos o fundirnos con la tierra, con el aire, con el agua:
¡Mar,
ven y llévame contigo!
Me quedo sin palabras ante tanta belleza de letras.
ResponderEliminarGracias.
Besos.
Realmente bellas las fotografias de las hojas en la playa, ahora desierta, para tranquilidad de sus últimos momentos. Tus letras sin duda algunas son bellas y transmiten un mensaje que todos nos hemos de aplicar.
ResponderEliminarCuidate mucho, besotesssssssssssss
Muy bonito... de verdad
ResponderEliminarEs difícil dejar ir lo que se quiere y tambien irnos cuando dejamos atras lo que queremos; pero llegada la hora, es lo que hay. Escribes con bonitas palabras como afronta tu hoja su periplo por la nueva etapa que la naturaleza nos tiene a todos esperando :)
ResponderEliminarBss.
Unas fotos preciosas de verdad. Acompañadas por una poesía con ecos a la vez melancólicos y tiernos.
ResponderEliminarNo es mal lugar la playa para dejar morir las hojas cuyo mensaje se ha borrado.
Y también un buen lugar para oxigenarse e inspirarse para que salgan nuevas hojas de primavera.
Vuelves más Jara que nunca y me alegra tu vuelta. :))
Abrazo de sierra soleada :))
Las fotos impresionantes; el texto, de lujo, y la metáfora con la propia vida y con nuestra efimera existencia, impecable. Porque que somos sino hojas llevadas por el viento. Vuelves fuerte, Jara.
ResponderEliminarEsas hojas volveran al mar Jara, el viento las llevará se bañaran entre sus olas y moriran en él.
ResponderEliminarTexto y fotos sabiamente hilvanados y llenos de belleza...Y querías que nos perdiéramos todo esto!!
Un beso.
MUY BUENAS NOITES, Jara!!! El mar, origen de nuestra marcha evolutiva sobre la Tierra y también final en muchas visiones poéticas de la vida. No obstante, tampoco hay que obsesionarse demasiado con ello. Ahora bien, cuando leí por primera vez el post...me llamó mucho la atención la fuente que has usado y el color, tanto que no sabía a ciencia cierta en qué clave responder. De todos modos, el conjunto es hermoso y las fotos (algunas), bellísimas.
ResponderEliminarUn besazo de nuestra parte!!!
Que preciosidad de post.
ResponderEliminarEmotivo, tierno y hermoso.
Eres una genia.
Te felicito.
Besos.
Me ha encantado este post, y las fotos son absolutamente maravillosas
ResponderEliminarBesos
Las fotografías son impresionantes... creo que volverán al mar, de donde emergió la vida. Y tu poema un canto de nostalgia lleno de sentimientos y belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ángeles
Hola Jara, con tus bellas palabras nos describes el día a día y digamos la vida de estas hojas que por cierto son preciosas las imágenes, el invierno remolón ahora si que nos enseño los dientes y bien que se sienten, gracias por tan bellas letras y como te he dicho las imágenes:)
ResponderEliminarBesos.
Me encanto como las imágenes se entrelazan con las palabras. Una breve historia de como esas hijas perdidas de los arboles se abren camino hacia lo eterno. Puede que el invierno sea muerte, pero a la vez liberación. Ya han sufrido bastante tras las agonizantes jornadas de fatigante sol de los meses del verano..
ResponderEliminarHola Jara. Paso a visitarte y he vuelto a leer este bello post. Me entristece ver que dejaste de escribir en este bolgs.
ResponderEliminarTe recuerdo con cariño. Besos.