No podía dejar pasar este último
viernes de mes sin ofreceros un viaje, pero dado el carácter de
autoservicio que he implantado este verano y ahora que cada mochuelo
está fuera de su olivo he decidido reinterpretar la salida de hoy y
ajustarla a los rigores veraniegos. Nada de patear calles ni ver
piedras, hoy os propongo un circuito cervecero, sí, sí, habéis
leído bien. Quizá no todos estéis de acuerdo conmigo en que tomar una cerveza helada en una terraza es de lo mejorcito que nos ofrece el verano, pero seguro que sí coincidís casi todos en que uno de los
mayores placeres de las vacaciones es el turismo gastronómico y que
dentro de éste la sana costumbre del aperitivo, lo que vulgarmente llamamos “tomar unas cañas”, puede reportarnos momentos
verdaderamente inolvidables de nuestras vacaciones. ¿Qué son unas
vacaciones sin chiringuito? ¿Hay algo mejor tras una mañana de
playa o una tarde de paseo que sentarse bajo una sombra fresca y
pedir una cerveza bien fría acompañada de …
...un pulpo a feira o unos mejillones
en cualquiera de las rías gallegas,
...unas sardinas asadas en Málaga,
…unas gambas a la plancha en Huelva,
...en cualquier punto de la costa
andaluza un pescaito frito,
...unas papas arrugás en las Canarias,
...un choricito a la sidra o unas
patatas al cabrales en Asturias
...cualquiera de los deliciosos y
variados pintxos que nos tientan desde la barra de cada bar en el País Vasco,
...una ración de guarrillo en mi
pueblo,
...o unas bravas o un pincho de tortilla o unas croquetas en cualquier sitio.
Y en toda la costa de Levante y Murcia
perdono el aperitivo para pasar directamente al arroz, al de
sentarse con hora a la mesa, en su punto: arroz a banda o negro o con bogavante o en
caldero si estamos en Murcia.
¡Hummmm! se me hace la boca agua sólo con escribirlo. ¿A que resulta un recorrido de lo más apetecible?
¡Vaya! Ya me parece oír a alguien rezongando porque no le gusta la cerveza. Vale, admito que haya quien prefiera otra bebida como el tinto de verano o un vermut, por ejemplo, para estos menesteres, incluso en algunos casos hasta yo podría renunciar a la cerveza en favor de un fino o una manzanilla al sur, un ribeiro gallego o un culín de sidra asturiana, pero si a alguien se le ocurre acompañar unas sardinas asadas o un pulpo a feira con una Coca-Cola mejor que no me lo cuente. Ahora bien, y a riesgo de ponerme un poco pesada, en mi opinión, nada quita mejor la sed que ese primer trago largo de cerveza recién tirada con su dedo de densa espumita.
Seguro que a vosotros se os han ido ocurriendo un montón de deliciosas posibilidades, esas que no os perdéis ningún verano, ya sea en la terraza del bar de abajo o en el chiringuito de la playa de turno o en esa terraza en la que pasasteis un rato inolvidable. Estaría encantada si las queréis compartir conmigo, seguro que me apunto más de una.

Siento no poder ofreceros imágenes que ilustren la ruta de hoy, pero aunque he buscado entre la maraña de fotografías veraniegas y he encontrado unas cuantas tomadas en terrazas y chiringuitos, ninguna era digna de ser expuesta en público. ¡En prácticamente todas, los vasos están vacíos y los platos sólo contienen las últimas evidencias de que allí hubo algo delicioso! Eso sí, los rostros que generalmente acompañan tales muestras lucen una sonrisa que da fe de que allí mereció la pena pararse.
A pesar de todo, encontré esta jarra de barro que no delata si la foto se hizo antes o después, aunque quizá el cartel borroso puede dar alguna pista. He dudado al incluirla porque la terraza en la que se hizo está bastante lejos de cualquier costa, pero al final he pensado que el tour no estaría completo del todo si no hago una paradita en una terraza de mi ciudad, en lo que se ha convertido ya en un clásico que se repite desde hace varios veranos: cerveza acompañada de tortilla de patatas con pimientos en la Plaza de Olavide. Nos falta el mar, pero siempre hay algún músico que pone toda su buena voluntad en animar la velada.
¡Hoy, cerveza para todos!
Estéis donde estéis, de vacaciones, en casa o trabajando, brindo con vosotros por estas banalidades que son las sal y la pimienta del verano: por las terrazas, los chiringuitos, los aperitivos, la cerveza fría (o... lo que sea) y por las jugosas charlas que surgen a su vera.
¡Hoy, cerveza para todos!
Estéis donde estéis, de vacaciones, en casa o trabajando, brindo con vosotros por estas banalidades que son las sal y la pimienta del verano: por las terrazas, los chiringuitos, los aperitivos, la cerveza fría (o... lo que sea) y por las jugosas charlas que surgen a su vera.
¡¡Salud!!